lunes, 4 de octubre de 2010

Día del Niño, Segunda Parte

Uno de los beneficios de ser parte de Fábrica de Sonrisas es que me ha ayudado a llevarme mejor con mi niño interior y con mis chicos. Apenas a tiempo, creo, pues mi hija mayor está por entrar a la adolescencia. El jueve me llamó mi chico menor para ver si podía acompañarlos -y de paso llevarlos- a una caminata por la paz que estaban organizando en su colegio para el día del niño. No pude acompañarlos pues me tocaba trabajar todo el día en mi oficina -afortunadamente no trabajaría ni viernes en la noche ni domingo por la noche. A petición del Niño de la Oficina el viernes me traje mi mochila de FdS, globos e inflador, estuve haciendo unas cuantas figuras para los compañeros de trabajo. Este día también se partió el pastel por los cumpleañeros del mes.

El viernes en la noche me reuní con Mv y nos estuvimos en el mismo mall cerca de mi casa hasta casi las diez de la noche, hora en que apagan las luces. Frecuentemente tienen que avisarnos que ya van a cerrar para que salgamos de los multirestaurantes. El sábado fue de visitas y en la noche -cerca de las siete- que iba a dirigirme a mi casa a ver alguna película me invitó Pj y Ms a ver una obra de teatro en dvd en la casa de Pher. También Mv estaba invitada a la actividad. Nos reunimos como a las 8 y estuvimos en la casa de la familia postiza de Pher hasta la medianoche, comiendo tamales, tomando chocolate y viendo la obra de teatro en la que había participado Pj hace como tres años. Pj me pasó a dejar a mi casa como a las 00:30 y todavía me quedé leyendo un rato, finalmente me dormí alrededor de la 1:30.

El domingo había planeado levantarme a las 7:00 pues tenía -tengo-una montaña de ropa por lavar, el reloj sonó a las 7:00 pero me quedé dormitando hasta las 8, mis chicos me llamaron como a las 9:15 y pasé a traerlos a las 9:30. El día viernes había comprado un juego de cartas llamado DOS, que es similar al UNO pero a la mitad del precio de este. Estuvimos jugando como una hora en mi habitación y luego los llevé a ver una presentación de PanChorizo, un juglar colombiano -o Chapìn?- que es muy bueno en lo que hace. Mis chicos participaron en varias actividades que este Payaso realizó: Preguntas y ayudarlo a desarrollar sus actos. La última en subir al escenario fué mi hija mayor y a petición de PanChorizo -preguntó por su papá- a mi también me tocó subir un momento a lanzarle las pelotas con las que hace malabarismos. Como dije, es muy bueno en lo que hace, hace malabares con hasta cinco pelotas -yo aún no he logrado hacerlo ni con tres-, yoyo chino con dos yoyos -yo ni siquiera puedo girar uno- y malabares con clavas sobre un monociclo, yo he intentado hacer malabares con las clavas y termino golpeándome los brazos. Lo bueno de participar, además de la diversión, fue que a mis chicos les regalaron varios libros, salimos del comercial como con 9 libritos para niños, algunos de cuentos y algunos de actividades.

Después de lo de PanChorizo nos fuimos a almorzar a un Mc Donalds y en la tarde los llevé a su hora mensual de Internet Público. Pasamos a la Biblioteca de la Universidad -al fin terminaron la huelga, luego de 50 días- pero aún estaba cerrada. Retornamos a mi habitación y estuvimos jugando nuevamente DOS y un poco de Scrabble. A las seis de la tarde fui a dejarlos a su casa. Retorné a mi habitación y había planeado leer un poco o ver una película pero al revisar mi correo me enteré que había sido designado como Encargado de la visita a realizar hoy en el área pediatríca de un hospital, pero eso es otra historia.

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