Siempre he sido bueno para crear. Para
los detalles no mucho. Como en la empresa que certifiqué en ISO
9001:2000, la creación del sistema desde cero fue todo un reto para
mí, la continuidad después de año y medio ya no fue mucho.
Decliné continuar con el sistema cuando se acercaba la auditoría de
seguimiento. Crear me energiza, mantener no mucho. Llegué al
trabajo en el que estoy actualmente porque se suponía que me estaría
encargado de proyectos. Crear. Ahora me encargo de procesos.
Mantener. Los errores que comento en la emisión de documentos son
obvios, debo aprender a tener más cuidado. Quizá el camino sea
algo así como tomar cada paso del proceso como algo completamente
nuevo y explorar su desarrollo como si fuera totalmente nuevo. Tal
vez así deje de cometer tantos errores.
Ando de bajón porque hoy retornaron
dos documentos que supuestamente ya estaban completos, mis errores
son casi infantiles. Debo mejorar esto.
El lunes de la semana pasada salí a
almorzar al parque de costumbre, en la noche retorné en transmetro a
mi habitación. Estuve ese día y el siguiente considerando la
conveniencia de llamar a mi ex esposa para tratar de mejorar un poco
la comunicación. El martes no llevé almuerzo. Se suponía que
saldríamos a almorzar con la voluntaria que decoró mi primer bata
pero no la localicé al mediodía. Almorcé en el comedor donde
usualmente como los jueves. Pollo frito. Este día salí tarde pues
de cinco a seis y media realicé la presentación del libro que
estamos leyendo en grupo y de otro tema que tenía pendiente. A la
hora de salida me dió aventón la compañera de mi jefa.
El miercoles tampoco llevé almuerzo.
Llevé un vaso con avena. Al mediodía pasé a Sophos a ver si
tenían El Lobo Estepario pero solo tenían una versión con dos
libros de Hesse. Costaba como 10 dólares. Me dirigí a Artemis
Edinter y allí compré una versión de una editorial mejicana. Me
costó como cinco dólares, de todos modos me gasté otros cinco
dólares en otros tres libros, uno para adolescentes, uno de acción
médica y el otro de un premio nobel egipcio. La compañera de mi
jefa salió un poco después de las siete y me dió aventón. Estaba
lloviznando y había quedado con mi ex esposa que la llegarí a traer
a las 8:00 para ir por un helado o algo así.
Al final caminamos a una gasolinera de
una de las calzadas cerca de nuestra colonia y compré un yogurt para
ella y un hotdog y una gaseosa para mí. Cenamos y conversamos -casi
solo yo hablé- de cosas intrascendentes. Ella me comentó que creyó
que yo quería que discutieramos algo serio pero le indiqué que me
interesaba realmente que mejoráramos nuestra comunicación. A ver
como va eso.
El jueves almorcé en el comedor que
queda tres o cuatro calles más lejos de donde almuerzo usualmente
los jueves. En la noche volví a tomar el transmetro. Cuando vine a
mi casa revisé las verduras que había comprado el sábado para el
almuerzo del martes y como la zanahoria y el tomate aún se veían
aceptables se los regalé a uno de mis vecinos. Casi todas las
mañanas de la semana pasada me costó bastante levantarme. He
empezado a darle al snooze más de lo debido.
El viernes salimos a almorzar en grupo
con nuestra jefa, la compañera de mi jefa que me da jalón
usulamente y el amigo de la compañerita. El lugar estaba un poco
alejado de la oficina por lo que el amigo de la ocmpañerita nos dió
jalón en su camioneta. Fue un almuerzo bastante divertido.Por la
tarde la compañerita nos había convocado a una reunión para ver un
tema que lleva entre manos sobre el mejoramiento del área. La
reunión fue bastante desordenada y al final me tocó que intervenir
con una historia para calmar los ánimos pues empezaron a reclamarse
actitudes entre Ant, la compañerita y el compañero del BMW. Al
final me retiré de la oficina un poco después de las seis y media,
con el compañero del BMW.
Tomamos el transurbano y nos venimos
conversando sobre las dificultades de trabajar en equipo cuando se
toman actitudes radicales con respecto al cambio de lo establecido.
Pasé a cenar a la casa del voluntario
que vive en la misma colonia aunque me tocó que comprar en soledad
la cena -él carne asada, yo una torta- pues su hermano estaba con su
sobrino en la casa investigando algo en internet. Al final cenamos y
me estuve casi hasta las diez por la conversación de sobremesa.
Vine a mi casa a ver el final de Episodio III. El dealer de
películas de la oficina me llevó la semana pasada los episodios
III, IV, V y VI. Estoy probando su buen funcionamiento por estos
días. Al final me dormí como a medianoche.
El sábado me desperté como a las seis
y media pero me levanté después de las 7:00. Me dirigí al Parque
Central para una actividad con mi grupo de voluntarios y me estuve en
este lugar hasta el mediodía, entre canciones, juegos e interacción
con los visitantes del parque. Después de la actividad con un buen
número de sonriseros nos dirigimos al Mercado Central a almorzar.
Cuando estabamos terminando de comer recibí un mensaje de una de las
voluntarias del sábado por la noche convocándonos a almorzar en la
cevichería a la que acudí -y no me gustó- hace como un mes.
Decidí que me quedaría con mi grupo de la tarde pero empezó a
llover bastante fuerte y como otro de los voluntarios de los sábados
por la noche se dirigía a la cevichería me fuí con él -y otros
tres voluntarios- a almorzar. En el camino me dormí como media
hora.
Almorzamos -el lugar estaba inundado,
literalmente- carne asada y como a media tarde el voluntario pasó a
dejarme al centro. Tomé un transurbano y me vine un rato a mi
habitación. Vine como a las 5:30. A las 7:00 el voluntario que
vive en la misma colonia me llamó para avisarme que estaban por irse
con el grupo de los sábados por la noche a Paseo Cayalá. Estaba
dormitando pero me vestí y me fuí con el grupo. Cenamos Pizza
Vesuvio. El voluntario que vive en la misma colonia había invitado
a su subencargada de visita y al parecer estan tratando de definir si
habrá una relación. Otra voluntaria también llevaba a un amigo.
Después de cenar nos retiramos del
lugar y con el voluntario que vive en la misma colonia acompañamos
al voluntario de la tarde a dejar a la subencargada a una de las
ciudades aledañas a la capital. Retorné a mi habitación como a
las once y media. Vine aún a ver un poco de Star Wars y me dormí
como a medianoche. Dejé el reloj para las seis y media pues antes
de irme a Paseo Cayalá había dejado ropa en remojo.
Ayer me levanté un poco antes de las
siete, lavé la ropa que había dejado en remojo y salí por los
ingredientes del desayuno. Cuando llegué a la casa de mis chicos mi
ex esposa estaba terminando de desayunar. Mientras estaba empezando
a ordenar los ingredientes en la cocina mi ex esposa se despidió.
Preparamos con mis chicos el desayuno, desayunamos y luego de lavar
los trastes nos venimos a mi habitación.
Lo primero que hicieron mis chicos fue
armar un par de cubos de Rubik, luego vimos un par de videos,
incluyendo uno de Sudoku y les entregué unas hojas con ocho Sudokus
que había impreso en la oficina. También les mostré las
adquisiciones más recientes de libros. Después de que trabajaran
un poco de los Sudokus les indiqué que iríamos por primera vez a un
evento deportivo. Me había enterado que había una ronda de juegos
para el premundial de volley ball femenino y nos fuimos a la ciudad
olímpica. Llegamos cuando el segundo set iba a medias y vimos el
claro dominio de nuestra selección sobre la de Aruba. Al final
ganaron las chicas por tres sets seguidos. Después del partido
fuimos a ver si había entrada al museo olímpico pero resultó que
no abren los domingos. Almorzamos Taco Bell.
Después de almorzar tomamos un
transurbano y nos dirigimos a la universidad. Estuvimos leyendo
alrededor de una hora y luego retornamos a mi habitación. Mis
chicos me ayudaron con unos pocos trastos y luego vimos veinticinco
minutos del Episodio II de Star Wars. Los fui a dejar a las seis y
media. Pasé al supermercado pero ya no encotré zanahoria ni
aguacate, compré unicamente un cubilete de chocolate y un paquete de
jamón. Pasé a la panadería a comprar el pan del almuerzo de hoy y
vine a mi casita a cenar con el cubilete y unas galletas que compré
-y no consumimos- al mediodía. Me dormí un poco después de las
once. Al menos escribi un par de cuentos para participar en un
concurso de mi voluntariado pero al revisar las bases me percaté que
los temas sobre los que había escrito no eran muy indicados.
El reloj sonó hoy a las 5:30 pero
seguí en cama hasta las seis y cinco. Me levanté al final, preparé
los panes -sin aguacate ni tomate-, planché la camisa, me bañé y
rasuré, me vestí y me dirigí a mi oficina. Cuando estaba por
salir me recordé que hoy me tocaba llevar dulces. Lo había
olvidado por completo por lo que aprovechando que salí un poco
temprano pasé a un par de tiendas a comprar algunas gomitas. Cuando
llegué a la estación del transurbano me dí cuenta que no llevaba
la tarjeta. Retorné a mi habitación y al pasar por otra calle
conseguí aún otro poco de dulces. Llegué a mi oficina como cinco
minutos antes de las ocho.
El día estuvo bastante cargado y
bastante extraño -decepcionante-. En la mañana mi jefa me devolvió
un documento que su jefa había revisado. Tenía cuatro o cinco
correcciones bastante obvias -no se como se me fueron-. Al mediodía
salí a comer al parquecito y aproveché para leer un poco de El Lobo
Estepario y esquematizar un pequeño cuento que espero escribir hoy.
Ayer antes de lavar los trastes les explicaba a mis chicos el método
que utilizo para escribir pues estoy contando en que los tres
participen en un concurso de escritura para cada edad.
Por la tarde continué con la
reparación del documento que me habían devuelto por la mañana y un
poco antes de salir -ya eran más de las cinco- la jefa de mi jefa me
llamó a su oficina. Me empezó a cuestionar sobre otro documento
que había enviado ya a publicar y que tenía relación con otro que
estaba desarrollando el compañero del BMW -que estaba allí
también-. Al final fue evidente que no tomamos las variables
necesarias para desarrollar los documentos. Tendremos que
retornarlos de la publicación. Retorné a mi lugar bastante
decepcionado, íbamos a empezar a trabajar en los cambios pero el
amigo que pasa a traer al compañero dle BMW lo llamó para avisarle
que ya andaba por allí, aproveché para que me dieran aventón. Me
trajeron hasta mi casa.
Ayer por la tarde y hoy por la tarde ha
llovido por lo que mi ropa sigue en el lazo. Espero que mañana haga
mejor tiempo, y espero recuperarme rápido para ponerme a trabajar
como es debido. Salí a la panadería por un poco de pan tostado y
retorné a cenar a mi habitación. Espero dejar concluído -y
enviado- el cuento que cargo en mente y no dormirme muy tarde pues
tengo el firme propósito de descansar bien para trabajar bien. Este
mes se ve interesante.
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