jueves, 13 de junio de 2013

Medio año...

He estado revisando -otra vez- las tendencias de mis últimos cuatro años en este espacio.  En el 2009 acababa de empezar en el lugar en donde más tiempo he trabajado desde que retorné a mi país.  En el 2010 acababa de cumplir un año de trabajar en ese lugar.  En el 2011 me habían despedido de ese lugar y en el 2012 había retornado.  Ahora ya no estoy más allí.  For good.  Lo que he podido ver es que Junio y Julio son dos meses bastante bajos en productividad.  Al menos son los meses en los que menos publico por acá.  De hecho uno de estos años no publiqué nada.

Le comentaba esto a la compañerita el día martes por la mañana que llegué de bajón aún a la oficina.  Al mediodía, como no había llevado almuerzo salí a almorzar al lugar en donde usualmente almuerzo los jueves.  Pollo frito.  De hecho empecé a recuperarme desde ese día.  Me ha estado costando un montón, eso si, levantarme temprano.  He estado dejando el celular para las 5:30 pero me he levantado entre seis y seis y media.  Creo que parte de lo que me ayudó a recuperarme más rápido fue el haber enviado un par de cuentos al concurso que convocaron en mi voluntariado.  El martes esperé a la compañera de mi jefa hasta las siete y vine aún a cenar pan tostado y té a mi habitación.

El miercoles -ayer- me sentí bastante irregular del estomago.  Como que el pollo -o quizá la ensalada de repollo- no estuvieron muy bien.  No salí a almorzar sino que fuí a Artemis y Edinter a ver si encontraba más libros para mis chicos.  No hallé.  A la hora de salida me vine con el amigo del compañero del BMW.  Me dejaron en la farmacia y me vine caminando a mi habitación.  Había quedado con mi ex esposa que pasaría por su casa como a las siete y media para que fueramos a cenar a alguna parte.

Mi plan era que comenzáramos a conversar de temas intrascendentes para habituarnos nuevamente al diálogo pero en la caminata empezó a responsabilizarme de que a mi hija mayor no le gusten las matemáticas.  Ella argumenta que mi hija, por la forma en que ve que vivo se solidariza conmigo, lo que la pone en contra de ella, que ama las matemáticas.  Algo retorcida la explicación.  Al final compré un helado para mi ex esposa y una torta y una coca cola para mí y retornamos a su casa.  Estuvimos conversando en la sala mientras mis chicos veían una película en la habitación de uno de ellos.  Mal diálogo realmente.  Creo que ella aún espera que yo de alguna forma retorne.  Lo que no sucederá. 

Por otra parte, me enteré que mi hija mayor volvió a tener otro episodio -el segundo- de autoagredirse en el interior de un brazo. Como a las diez me despedí de mis chicos y me vine a mi habitación.  Empecé a bajar la película JFK de Oliver Stone.  Ayer o antier finalicé por fin El Lobo Estepario. 

Hoy llegué como a las siete y cincuenta a mi oficina.  Antier por la tarde me reuní con el compañero del BMW para ver los documentos que compartimos y que la jefa de mi jefa me había rechazado el lunes.  No pudimos ponernos de acuerdo sobre como dividirlos, de hecho encontramos argumentos para presentarle a la jefa de mi jefa.  Ayer nos reunimos con ella y nos pidió que lo examináramos mejor.  Al menos notó que en esta ocasión yo estaba convencido de los cambios y el compañero del BMW no.  Al revés que el otro día.

Derivado de esa reunión con la jefa de mi jefa y el compañero del BMW este día nos reunimos temprano con dos chicas del área a cargo del proceso que estamos documentando.  La reunión estuvo un poco tensa por los cambios necesarios pero al final acordamos seguir trabajando.  Estuve trabajando casi todo el día en ese documento. 

Como a media mañana nos reunimos los cuatro analistas y nuestra jefa y revisamos un proceso esencial del área.  Quedamos en que nos reuniríamos nuevamente mañana para finalizar la presentación del libro Organízate con eficacia.  Había quedado nuevamente para almorzar con el dirigente del Círculo de Lectura con quien almorcé hace unas semanas pero al bajar al parqueo del edifico con diez minutos de atraso no lo encontré.  Como no andaba muy bien del estómago retorné a mi escritorio.

Por la tarde continué trabajando en el documento de la mañana y diagramando un nuevo proceso.  Al final salí casi a las 8:00 de mi oficina.  Me vine en Transmetro y pasé a comprar un asado al puesto que está a pocas calles de mi casa y me vine a cenar a mi habitación.  Escuchando una canción de Porta.  Espero no dormirme muy tarde -falta una hora para la medianoche- para tener un buen viernes.




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