lunes, 2 de agosto de 2010

Amigos que te hacen llorar...

Realmente el título debería ser 'Amigos con los que puedes llorar' o algo así.

Debo confesar que a mis 37 aún soy dado a las lágrimas a veces incluso por motivos realmente infantiles. Por ejemplo, no pude dejar de llorar cuando matan a Mel Gibson en Braveheart o cuando Liv Tyler se despide de Bruce Willis en Armagedón. A veces estoy leyendo un libro y con un párrafo se me humedecen los ojos, por ejemplo, al final de El viejo y el Mar. El dolor emocional es realmente el tema, con el dolor físico es todo lo contrario. Estóico podría ser una palabra adecuada.

He pasado por varias iglesias de denominación evangélica -ya no soy creyente, eh?- y cuando asistí al templo zen en Portland fué una de las preguntas que le hice al Abad: -Nunca hay muestras emotivas en los servicios?. El me contestó que no era habitual.

Tengo pocos amigos. Aun ahora con mi grupo de voluntarios he conocido a docenas de personas pero realmente solo algunos creo que puedo calificar como amigos. Entre mis pocos amigos está Gl de Portland, conocí a Gl en mi primer viaje, estaba por retirarse como maestra de primaria y luego al año siguiente vino a mi país con su esposo. En mi segundo viaje estuve viviendo unos meses en su casa y durante este y mi tercer viaje nos hicimos bastante amigos. Alguna vez, conversando fuera de una biblioteca y en su casa en otra ocasión me parece, terminé conteniendo con mucho esfuerzo las lágrimas. Con ella podía hablar de temas realmente difíciles, como mi niñez y lo que me hacían falta mis peques.

Este sábado fué la primera regeneración de mi grupo de voluntarios. Más de mil personas nos reunimos en grupos de alrededor de treinta para realizar una especie de lluvia de ideas para mejorar nuestro grupo de voluntarios, la actividad tardó como dos horas y luego fuí con Ms y Pj a un Mc por café y pastel. Ms y Pj tienen como año y medio de ser pareja y un año de estar en el grupo de voluntarios. Ms era uno de los encargados de mi grupo mientras estuve en el entrenamiento. Pj, su novia, era encargada de otro grupo. En algunas reuniones de nuestro grupo que hicimos durante el entrenamiento ella llegaba a traerlo pues ella maneja y él no. Ellos fueron los que estuvieron en el cumpleaños de Mv y el plan era volver a jugar rummikub. Terminamos en lugar de jugar hablando de nuestras relaciones con nuestros padres y al final terminé -otra vez- conteniendo con mucho esfuerzo las lágrimas al elaborar sobre mi relación con mis padres y las razones por las que creo no pueden mejorar. Hay muchas cosas que aún debo superar, realmente me siento agradecido con la vida por haber conocido a personas como Gl y últimamente como Ms y Pj. Son realmente amigos en cuyo hombro podrías -literalmente- apoyar tu cabeza y soltar un buen llanto purificador.

2 comentarios:

  1. Yo tambien lloro en esos momentos críticos de las películas. En el Rey León, cuando matan al papá de Symba, terrible.
    Bueno, gracias por haberme visitado... espero sigamos en contacto!

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  2. Por supuesto que seguiremos en contacto A.C.

    Besos

    :o)

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