Y sucedió, lo que trajeron los últimos días de diciembre es un nuevo trabajo, en mi anterior lugar. No me han gustado las segundas partes y la única vez que retorné a mi trabajo anterior no me fue muy bien: estaba desempleado y me ofrecieron una nueva posición con 'las mismas condiciones', al final salí perdiendo, económicamente hablando, aunque la experiencia estuvo buena. Ahora tengo trabajo -aunque si seguían las cosas igual no me hubiera durado mucho- y regreso con unas condiciones un poco mejores a las que tenía antes, en una nueva función que combina dos áres que me gustan mucho, ante todo, la tecnología.
Se suponía que hoy por la noche me llamaría mi ex compañera -ahora jefa- para confirmarme si si o si no. Me llamó como a media tarde y me indicó que para formalizar la situación le enviara un correo desde mi correo personal -estoy por enviarlo-. Me puse bien nervioso, contento por el cambio y nervioso por la renuncia, etc.
Ayer por la mañana -a las 6:00- me presenté en la nueva oficina de la empresa y como a las 6:30 llegó a evaluarme, el examen era realmente una entrevista técnica pero definitivamente mi ex compañera quería que trabajara con ella: No fue ni siquiera un interrogatorio sino más bien como una puesta en común. Lo interesante de la llegada es que a medio camino debía transbordar de transmetro a autobús pero no llevaba efectivo -llevaba pero no lo encontré- y me tocó caminar como tres kilómetros a las 5:30 de la mañana para llegar a la oficina. Me reencontré con el compañero B y conversamos un poco antes de la evaluación, también me prestó el dinero del bus para ir a mi trabajo. Aún llegué un poco después de las siete a mi oficina y seguí trabajando normalmente. El día costó un poco que pasara, incertidumbre y había dormido poco la noche anterior. Salí como a las 6:30 y planeaba venir a dormirme rápido. Como a las 8:30 me llamó Rx, que estaba fuera de mi casa. Rx me contó que acababan de confirmarla en un nuevo empleo -tenía mes y medio de no trabajar- y la invité a ver una parte de El Viaje de Chihiro, invité también a las tortillas con carne asada. Salí a despedirla un poco después de las 10:00.
Después de la llamada de hoy, al final escribí una nota a mano dirigida a mi jefe, agradeciéndole la oportunidad y aduciendo incompatibilidades con las tareas para renunciar, al preguntarme si tenía otro trabajo le indiqué que no. No me pareció lo adecuado, de acuerdo a las circunstancias mostrar todas mis cartas. Una media hora después me llamó mi jefe y nos reunimos con su jefe, aún intentaron convencerme de que me quedara o al menos que me quedara otro par de meses, o que cambiaría de actividad o que cambiaría de departamente, pero me mantuve en mis trece. Personalmente creo que cuando una relación -de cualquier tipo- ya se envenenó, lo mejor es dejarla por las buenas.
Salí de mi oficina a las 6:30, aún debo trabajar en varias asignaciones -de las ingratas- y trabajar hasta el último día del mes. A partir del uno de diciembre, una nueva aventura comienza.
Hoy cumple 13 años mi hija mayor. Al igual que el cumpleaños anterior de mi hija segunda me había confundido de fecha y tenía en la mente que cumplía el 26. En realidad quien cumple el 26 es mi ex esposa. Llega a las cuatro décadas. Llamé un poco después de las 8 a mi hija pero no me contestó. La llamé nuevamente a las 10 y le deseé un muy feliz cumpleaños. Quedamos en que lo celebrábamos el domingo, planeo comprar un mp3 player -no muy caro- y espero encontrarle un libro adecuado.
Aparentemente no hay visitas este sábado por lo que tendré la mañana disponible para ir a buscarle sus regalos.
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