El tema más frecuente que mis compañeros -el del BMW y Ant- utilizan como contra ataque cuando entro en alguna de sus bromas -usualmente son bien harsh- es mi estatus de soltero... ellos lo relacionan -tortuosamente- con mi falta de pareja y por consiguiente de sexo, lo que me convertiría en algo como un buscador constante de satisfacciones de este tipo en cualquier elemento femenino que se aparezca por nuestra área.
Esa fue la razón de que la primera semana -o la segunda- dejara de bromear con ellos. De hecho les indiqué que me sentía incómodo exponiendo a la luz pública temas fisiológicos. Pero bueno. El jueves o viernes pasado estabamos conversando -o tratando de- sobre lo delicado que es el tema de la lujuria -les hablaba sobre uno de los libros de budismo que tengo- y lo poco común que es la aceptación de esta fase personal dentro de un grupo.
El sábado estuve pensando un poco sobre lo que leí hace mucho tiempo -me parece que en Selecciones- en cuanto a que al igual que el dinero, el sexo nos parece sumamente importante mientras sintamos que no tenemos lo suficiente. Hace cuatro años -o algo así- decidí que el dinero ya no representaba uno de los objetivos de mi vida, desde entonces mis metas han sido vivir con el menor equipaje posible y tratar de no dañar el ambiente -por eso casi no tengo posesiones y no me interesa obtener un auto-. Con el sexo es un poco más difícil. Y ha sido así desde mi adolescencia. Uno de los grandes problemas con mi ex esposa era que ella sentía que le pedía demasiado. Hasta yo llegué a creerlo así. En todo caso, ¿cuanto es poco? ¿cuanto es suficiente? ¿cuanto es demasiado?.
En mi época de universitario visitaba más o menos regularmente un burdel. Después de separarme de mi esposa lo hice un par de veces pero me dejó más una sensación de vacío que una satisfacción. Hace un par de años estuve un par de meses con Al en acrobacias físicas y el año pasado con LG estuvimos juntos un par de veces. Tampoco fueron muy satisfactorias que se dijera las experiencias. Este año cumplí cuarenta y creo que será un tema que en esta vida no llegaré a comprender completamente. Quizá en la otra.
*-*
El miercoles pasado fui por mis chicos a las 14:00. Estuvimos un rato en mi habitación y luego les pedí que me acompañaran al centro a comprar las películas de La Guerra de las Galaxias. Compré los primeros tres episodios. Luego de eso nos fuimos a la sexta al Mc Donald's en el que generalmente compramos helados de cono. Pedimos los cuatro de chocolate. Después abordamos el Transurbano para retornar a mi habitación. Vimos veinte minutos de Episodio I, La Amenaza Fantasma y luego -a las 6:00- los fuí a dejar a su casa. Retorné a mi habitación a dejar en ropa remojo y después salí a comprar un asado pues aparte del desayuno -y del helado- no había comido en todo el día.
El jueves me levanté a las 5:00 y lavé la ropa que había dejado en remojo. Entré a mi trabajo un poco antes de las ocho y me pasé casi todo el día preparando un archivo con los detalles de todos los documentos que debo desarrollar durante el resto del año. Un poco antes de las seis me dirigí con el compañero del BMW, Ant, mi jefa y Mn a un Boliche que está casi en las afueras de la ciudad. A donde habíamos ido el año pasado con mi grupo de visita de la mañana. Tampoco en esta ocasión habían lanes disponibles por estarse desarrollando un campeonato nacional. Jugamos billar.
Un poco después de las 8:00 terminamos la hora de billar y nos retiramos. El compañero del BMW me dió aventón y lo invité a cenar en el mismo lugar en donde habíamos cenado con el líder del grupo de lectura: hamburguesas. Al final vine a mi casita un poco antes de las once. Todavía ví una parte de episodio I y episodio II de la Guerra de las Galaxias.
El viernes me pasé casi todo el día -salí casi a las ocho de la noche- pasando al nuevo formato el proceso que habíamos ido a ver con mi jefa la semana anterior. No salí a almorzar y participé muy poco en las bromas del compañero del BMW y Ant. La única interrupción a esto fue una reunión por la mañana en la cual Ant presentó el tema de mejora que mi jefa le había asignado. Fui el último en salir de la oficina este día pues mi jefa se retiró como a las siete y media. Un poco antes de las ocho envié el correo con el documento -de acuerdo al compromiso- y luego me retiré de la oficina. Pasé al lugar de constumbre por la torta que acostumbro cenar últimamente y vine a comer a mi habitación.
El sábado me levanté tarde. Como a las 9:00. Me bañé y me dirigí al círculo de lectura. El cual empezó nuevamente bastante tarde porque no había llegado ninguno de los dirigentes. Al final llegaron como diez asistentes de los cuales cinco o seis habíamos terminado de leer el libro. Estuvimos hablando sobre Fitzgerald, su vida, su época y el libro en general. Mi amiga llegó un poco tarde y si haber leído el libro. Al mediodía dimos por concluída la reunión y estuve conversando un poco aún con mi amiga. Luego me dirigí a un café internet cercano pues por llevar varios días sin internet no había podido ver el lugar y hora de visita de mi grupo de la tarde.
Al final visité con el grupo con el que había visitado el año pasado por las tardes. En el mismo hospital en el que había estado visitando con mi grupo actual pero en el área de maternidad de riesgo. Me pasé una parte de la visita con un par de jovencitas que habían perdido a sus bebés y la otra parte con tres señoras que estaban esperando turno para recibir una cesárea. Después de la retroalimentación uno de los invitados me dió aventón a un lugar cercano al lugar de reunión de los dirigentes del círculo de lectura y desde allí retorné caminando a mi habitación. Cené -otra vez no había almorzado- con pollo frito, tamal, te y panito. Me dormí bastante rápido.
El domingo me levanté temprano -antes de las siete- pues había planeado llegar con mis chicos a las siete y media, previendo que su madre había empezado a trabajar los domingos. Un poco antes de las siete y media llamé a mi hija mayor. Me contestó mi chico y me comentó que su madre ya no estaba trabajando. Le indiqué que llegaría a las ocho y media. Preparamos un desayuno con leche, ceral, banano, huevos con salchicha, frijol, aguacate y tomate. Y tortillas. Un poco antes de las nueve y media nos venimos a mi habitación a recoger una memoria USB pues habíamos planeado pasar temprano por el café internet pues en los dos meses anteriores habíamos tenido dificultades para alquilar las tres computadoras por una hora.
Pasamos por el mercado comprando aguacates, tomates y zanahorias y nos dirigimos al café internet. Que estaba cerrado porque no había llegado el encargado. Estaba, sin embargo, uno de los trabajadores y decidimos esperar. Como a los veinte minutos se apareció el encargado y alquilamos cuatro computadoras, ocupé una hora en actualizar mis redes sociales y bajar algunos videos para mis chicos.
Después de la hora de internet -hora y cuarto para mis chicos- nos dirigimos al restaurante de comida china de constumbre y compramos un arroz con pollo. Venimos a mi habitación y mis chicos me ayudaron a preparar una ensalada con aguacate, tomate y zanahoria. Almorzamos en el patio. Después de almorzar leímos un rato y luego lavamos los trastes -era realmente una montaña-. Después vimos media hora de Episodio I. Para finalizar el día jugamos un poco de ajedrez y un poco de Scrabble. A las seis y media los fuí a dejar a su casa.
Luego de dejar a mis chicos pasé al supermercado por el salami para los panes del lunes y a la panadería por pan para la cena y el almuerzo del lunes. Vine a mi habitación pero ya no cené -la moneda dijo no-, corté los panes para facilitar la preparación del almuerzo antes de irme a mi trabajo y luego me puse a ver un poco de una película en mi computadora. Me estuve dormitando un poco más de dos horas y luego me levanté a lavarme los dientes y continuar hasta las cinco y media de este día. He estado durmiendo bastante estas últimas noches.
Hoy me levanté a las cinco y media, preparé mis panes del almuerzo, planché la camisa del día y luego me bañé y rasuré. Me fuí bastante temprano a mi trabajo. Empecé como a las siete y media. Este día empecé a trabajar un poco más estructuradamente en los pendientes de este mes. Por la mañana preparé el archivo con el que mi jefa medirá mi rendimiento durante mayo y luego trabajé en un par de documentos que son parte de mis asignaciones para este mes. También estuve llamando a algunos stakeholders de los documentos que llevo entre manos. Al mediodía salí a almorzar al parquecito al que salgo los primeros dos días de la semana. No tenía mucha hambre y recordé que había desayunado bien -además de los panitos de costumbre, pastel y bolován por el cumpleaños de Champ-.
Planeé regalar uno de los panes a uno de los indigentes que usualmente veo en el parque -aparentemente tiene problemas mentales- y al final me dije que como no tenía hambre mejor regalaría los tres. Llegando al parquecito ví a este indigente sentado cerca de unas vendedoras de comida callejera. Me acerqué y le ofrecí uno de los panes. Lo recibió tranquilamente. Luego me dirigí a una de las bancas bajo la sombra -una de las ventajas de salir a las doce es que las bancas bajo la sombra estan desocupadas-. Estuve leyendo One Bird One Stone y considerando regalarle el otro par de panes a algún lustrador que pasara por allí. Como a la media hora ví pasar a otro indigente -sucio, descalzo-, entró al parque y buscó comida en uno de los basureros del lugar. Cuando pasó cerca de mi banca le ofrecí los otros dos panes que llevaba. Los aceptó tranquilamente y luego se dirigió a otro de los basureros. Luego se sentó -ya no lo veía, realmente- a comer.
Retorné a mi oficina a continuar una presentación delineando dos metodologías para mejorar la institución y mi área y un poco después de las seis se la envié a mi jefa -quien no estuvo en toda la tarde por tener clases de la maestría que les patrocina la empresa-. Luego de enviar el correo preparé un archivo para controlar mi avance diario de las actividades que me propongo concluir en el mes e imprimí varios documentos que debo enviar para firma final. Me retiré -otra vez de último- un poco después de las siete y cuarto. Afortunadamente a esa hora el transmetro ya no está muy lleno. Me vine leyendo en el camino un artículo sobre la relación entre la inteligencia emocional de un líder y sus resultados en el trabajo.
Sigo sin internet. Espero leer un poco de El Cementerio de Praga y no dormirme muy tarde. Debo ver como bajo un día de estos El Lobo Estepario pues es el próximo libro a comentar en el círculo de lectura. También debo ver de que forma mejoro mi ánimo pues algunos días de veras no doy para mucho. Veremos como va eso.
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