lunes, 5 de abril de 2010

Asalto, ahora si...

Hace unos meses venía en un bus a mi casa y dos personas asaltaron a algunos pasajeros. De hecho asaltaron hasta el asiento frente al que yo venía, luego se bajaron del bus, utilizaron escuadras.

Hoy saliendo de mi trabajo, doblando la esquina un automovil pequeño -me parece que de esos suzukis pequeños- retrocedió casi media cuadra hasta ponerse justo frente a mi, luego arrancó dejando marcas de las llantas en la calle, me pareció extraño, pero no le dí mucha importancia. Venía tranquilo caminando hacia mi casa, como lo he hecho en los últimos tres o cuatro meses.

Continué caminando sin reparar mucho en lo sucedido, ocho o nueve calles más adelante -confieso que no iba prestando atención- vi a pocos pasos frente a mí al mismo carro y en esta ocasión se bajó un tipo y directamente fué a pedirme el celular y el dinero que cargaba. Como cosa rara hoy si cargaba dinero, usualmente cargo una o dos monedas, para el pasaje o para comprar pan. Hoy cargaba como el equivalente a 7 dolares, de lo que me había sobrado del domingo con mis peques. Le entregué mi celular y me pidió también lo que venía escuchando. Había comprado un mp3 player Lyra hace como cuatro años en PDX, en esa ocasión me costó como 30 dólares o algo así. La verdad ya estaba bastante dañado. Mi celular igual, tenía como cuatro años de uso y justo ayer recibí un mensaje de que mi saldo estaba por acabarse.

Lo bueno es que, al fin, cambiaré celular. Espero ir mañana a una tienda de celulares y tratar de continuar utilizando el mismo número. El dinero, mmm, lo que pensé justo después es que debia comprar jabon de baño y tenía entonces que pasar a mi habitación antes de ir a una tienda. Mi Lyra, mmm, tampoco me causó mucho sufrimiento su pérdida.

Tampoco es chiste que te quiten tus pertenencias, pero, me puse a pensar que la otra noche me vine con ochocientos dólares, pues no había podido cambiar lo que debía depositar, u otros días he andado con la portátil del trabajo o una de mis laptops en la mochila.

Me imagino que un par de días andaré prestando más atención a las personas o automoviles sospechosos, pero, al final no creo que valga la pena perder la paz por este tipo de situaciones.

1 comentario:

  1. Creo que tuviste mucha suerte!
    De los males posibles te tocó el menor.

    Me hizo reir tu comentario...gracias!


    besosssssss y que andes con cuidado!

    ResponderEliminar