viernes, 3 de diciembre de 2010

Losing my time

Una de las razones por las que creo que la amistad con Pb no es una de las que quiera cultivar es que nuestros canales son bastante diferentes:

Por ejemplo, no le pareció que me refiriera a él como promiscuo a pesar de las aventuras -cuatro o cinco- fuera de su matrimonio que me ha contado desde el año pasado. Me imagino que los conceptos -a veces- cambian de persona a persona.

No se como se puede encontrar a personas afines en conceptos.

El Jueves pasado que estabamos con Pb en el bar tomándonos una cerveza -debo decir que es el primero de este tipo que conocí en el puerto: Ambientado como una sala de estar- le envié un mensaje a Mv, el primer contacto luego de un par de semanas. Le propuse reunirnos el viernes por la noche para un café y conversación. Me respondió que ya había quedado con una amiga y que lo podíamos dejar para otro día. Respondí: Ok.

Igual no tenía intención de continuar por esa ruta. Sólo fue un momento de debilidad que afortunadamente no dejó secuelas.

El viernes pasado empezó la vaina del amigo secreto en la oficina. Mi amigo secreto me dejó un chocolate. El compañero A se ofreció a comprar obsequios para los compañeros del departamento. Le dejé una galleta a mi amigo secreto: El jefe de Programación.

El sábado temprano visité con mi grupo tradicional en el asilo de ancianos de la zona 1. Luego fuimos a almorzar al Taco Bell de costumbre. Como sabía que la familia de mi tía venía al aeropuerto a recibir a mi prima que ha estado durante tres o cuatro años en Madrid los llamé cuando estaba en el restaurante. Venían entrando a la ciudad y quedamos de vernos más tarde.

Un poco antes de la una pasé por el centro comercial en donde me habían indicado que se encontrarían. Estuve un rato con ellos e incluso los acompañé un rato durante el almuerzo. Un poco antes de las dos me reuní con el grupo de visita de la tarde.

En el centro comercial vecino pasó por nosotros -Fd y yo- Ely. Visitamos el asilo de ancianas a donde hemos ido el último mes. La visita incluyó la celebración del cumpleaños de una de las residentes. A la salida de la visita también le celebramos el cumpleaños -un pastel- al lider del grupo que nos acompañó en la visita.

El chocolate que recibí el viernes se lo regalé a Ely. Le propuse además que fueramos al cine pero como no cargaba efectivo pasamos primero por mi casa. Al final nos tomamos un café y un pastel y luego la acompañé a comprar un regalo para una boda que tenía al día siguiente -al cine no pudimos entrar pues al llamar a sus padres no recibió el permiso: la película terminaba a las 11:30-. El pastel se lo había prometido desde su cumpleaños, unas tres semanas antes.

Intenté besar a Ely esa noche. Me parece que lo había intentado ya en una ocasión anterior. El día domingo me parece que conversamos un poco por el cel y el lunes sobre el msn me volvió a decir que aún no estaba preparada para algo mas serio, que siguieramos como amigos. Amigos seremos.

2 comentarios:

  1. intente besarla... todos intentamos besar la vida y a veces nos rechaza, otra veces acepta y comienza el bolero una vez mas jejeje

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  2. en este caso la vida tenía un aspecto menos efímero que de costumbre... me parece que será tango en mi caso. :D

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