La semana pasada estuvo bastante movida. El lunes me tocó trabajar de 6 a 2 pm. Después del trabajo pasé al banco a depositarle a mi ex esposa y a imprimir las fotos de mis chicas que repondrían las que le regalé a mis papás y hermana menor. Por la tarde me fuí un par de horas a la biblioteca. Aparentemente era el último día del año que estaria disponible.
El martes visité en el Hospital de Oncología Pediatrica. Eramos tantos que tuvimos que dividirnos en varios grupos y algunos se fueron directamente al Hospital Psiquiátrico que visitamos cada quince días. Con otros 9 voluntarios ingresé al Hospital Pediátrico y luego al área de cirugía pediátrica del segundo Hospital más grande de la ciudad.
El miercoles me levanté tarde. Puse ropa a remojar. Por la noche una amiga me inscribió en el listado de un grupo que visitaría al día siguiente un hospital neurológico infantil.
El jueves visité por la mañana el hospital neurológico. Se suponía que nuevamente serían muchos voluntarios y al final no llegamos al cupo. Habían quince lugares disponibles y solo llegamos doce voluntarios.
El viernes no llegaba mi jefe a trabajar -tomó vacaciones desde el Miercoles- por lo que podía entrar hasta la 1:00. Como no quería salir muy tarde me fuí a media mañana de mi habitación, pasé a cambiar unos dólares para depositar en mi cuenta de cheques y un poco en mi cuenta de ahorros. Entré como a las 12:15 a trabajar.
Como a las 6:00 pm el compañero B y Pb bajaron al quinto sótano del edificio en el que trabajamos y destaparon una botella de Flor de Caña, como a mí me quedaban un par de horas de trabajo estuve durante la siguiente hora bajando a beber un poco y subiendo a revisar que todo iba sin novedad con el trabajo.
Me tomé tres vasos de ron con cola, mucho ron y poca cola. Cuando subí a las 7:15 iba bastante alcoholizado -la poca constumbre-. Mv me llamó casi a las 8:00 para preguntarme si tenía globos que le prestara. Pasó por mi oficina como a las 8:45 y venimos a mi casa a recoger la bolsa de globos que le ofrecí. No permití que viera mi habitación pues la tenía completamente desordenada. Me esperó en el patio de la casa.
De vuelta a la estación del transmetro conversamos otra vez sobre como habíamos quedado. Yo le había enviado un mensaje el jueves anterior y le comenté que también estaba tomado -aunque no tanto como este día- cuando le envié el mensaje.
Al final me dijo que por lo que no puede embarcarse en otra relación es porque siente que traicionaría a su ex novio -¿!?-, no se si alguna vez comprenderé realmente a las mujeres. Tomé las cosas bastante estóicamente -lo que hace el alcohol con las inhibiciones-. Al despedirnos me indicó que esperaría a que la llamara cuando me sintiera mejor. Que había visto que no me había comunicado y que comprendía que yo necesitaba espacio.
Regresé bastante molesto a mi habitación. Sentí que se me estaba pasando el efecto del ron. Me vine pensando que tengo que hacer terapia y/o estar en un grupo con un perfil más afín -edad, intereses- con mi situación actual.
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