La llamada me desconcertó completamente y me quitó la tranquilidad por completo. Por una parte tenía un empleo seguro para el día siguiente: en el gobierno, con un contrato no muy atractivo pero con un salario superior al que teńia en mi último empleo, con un horario cortísimo y haciendo lo que me gusta: soporte de software. Aun asi no me sentía del todo bien. Por otra parte con la corporación el salario nominal sería un poco menor, estaría en relación de dependencia -menos engorroso en cuestión de impuestos- y me ofrecían un poco más de opciones de desarrollo. Igual tenía que ir -y pasar- al examen médico.
En vez de irme a la biblioteca pasé a la panadería y luego me dirigí a la casa de Iv -el voluntario que vive a pocas calles de mi casa-. Le propuse que cenáramos y escuchara mi situación, pues usualmente al escucharme en voz alta veo un poco más claras mis opciones. Al final decidí presentarme al día siguiente al trabajo -cualquier cosa podía pasar aún con el examen médico-, ausentarme el viernes y dependiendo de los resultados del examen continuar con el proceso en la corporación. Me vine a dormir un poco después de las 9 para presentarme a mi primer día de trabajo en el gobierno.
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