jueves, 3 de enero de 2013

Jueves, Frío de Enero…


El martes, como a las 9:00 me dirigí caminando a la casa de mi prima.  Traté de no salir muy temprano y de no caminar muy rápido para llegar un poco tarde.  Se suponía que a las 9:30 saldríamos de la casa de mi prima para dirigirnos a la casa de mis tíos, que viven como a una hora en automóvil.  Llegué como a las 9:38 a la casa de mi prima y su esposo estaba saliendo a revisar el automóvil en el que viajaríamos.  Me quedé en la acera ayudándolo –viendo como- a revisar los niveles de aceite y agua.  Como a los 10 minutos me llamó mi prima y le comenté que estaba afuera.

El día estuvo muy bueno.  Yo había llevado mi Scrabble y le enseñé a jugarlo a los hijos de mi prima menor.   Mucho después del mediodía llegó mi prima mayor y también estuvimos jugando scrabble con sus hijos.  Vimos una parte de Señales y otra parte de El Quinto Elemento.  La reunión terminó casi a las 5:30, luego de almuerzo y repartir un helado que salimos a comprar con todos los adolescentes.

Cuando iba entrando a la ciudad –ya casi a las 6:30- llamé al voluntario que vive en la misma colonia para avisarle que me retrasaría un poco para la cena que habíamos planeado en la casa de una de las amigas de los sábados por la noche.  Al final no pude ir.  Mi prima mayor y su familia iba en otro automóvil y había planeado pedirles aventón de la casa de mi prima menor a mi casa.  Resultó que se atrasaron un poco y luego decidieron tomar café y pan al llegar a la casa de mi prima menor.  Al final salí de allí como a las 8 de la noche.  Le había enviado un mensaje al voluntario que vive en la misma colonia para que no me esperara.

Cuando llegué a mi habitación revisé mis correos y blogs.  Estuve intercambiando mensajes con la voluntaria en donde era la cena, explicando porqué no había podido llegar.  Leí un poco de State of Wonder y me dormí un poco antes de medianoche.

Ayer fue el primer día de labores del 2013.  El día estuvo bastante lento, aunque aproveché para adelantar en una asignación bastante trabajosa que traía entre manos.  Mi jefe me regaló un tamal de papa pero lo guardé en el refrigerador y bajé a almorzar al comedor que queda al otro lado de la calle.  Que estaba cerrado.  Me tocó almorzar una chimichanga, en el tercer nivel del edificio.  También leí el segundo y una parte del tercer capítulo de Cien Años de Soledad.  Al final del día envié el reporte de lo realizado en el día.  Estoy esperando que me llamen del banco para la –supuesta- última entrevista.

Salí un poco antes de las seis de la tarde.  Cuando iba entrando al comercial más popular de la zona llamé a mi hija mayor para ver como había estado su inicio de año.  Mi ex esposa empieza a trabajar este día.  Mi chica me comentó que todo había estado normal.  Que no habían hecho nada extraordinario el primero de enero.  También me comentó que me habían guardado un trozo del pastel que les había llevado el lunes, que debía pasar por él.  Le indiqué que pasaría como en una hora y luego se me ocurrió que podía aprovechar para instalar la memoria que había recuperado la semana anterior.

Estuve en casa de mis peques un poco menos de una hora, instalándo la memoria y revisando algunos inconvenientes que tienen con Office.  Creo que tengo un par de alternativas para repararlo.  Un poco antes de las 8:00 retorné a mi habitación a revisar mis correos y blogs.  También empecé a ver la declaración de impuestos de este año.  Afortunadamente mi mejor amiga del voluntariado y el voluntario que vive en la misma colonia facturaron algunas compras a mi nombre y con lo que me dio el primer mes del año pasado mi ex esposa creo que no me irá tan mal.

También estuve conversando un poco con Eve a través de websapp.  El día de ayer estaba pensando en la conveniencia o inconveniencia de algunos eventos o personas.  Por ejemplo, el año pasado reencontré a Al y, al parecer, íbamos nuevamente hacia estar juntos.  Como al mes de reencontrarnos –no íntimamente- murió su papá y se desconectó completamente.  Ahora con Eve, parece que tuvo un percance bastante fuerte la semana pasada –intentaron roberle el auto o algo así- y ha decidido dejar por completo los eventos sociales.  Incluso me ofrecí a pasar a verla a su casa este sábado pero declinó porque, según ella, está ahorita en una situación legal delicada.  En fin. Leí un poco de State of Wonder y me dormí un poco antes de medianoche.

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