El sábado por la mañana fuimos con mi grupo de voluntarios a visitar un asilo bastante pequeño en la zona histórica de la ciudad. Ibamos demasiados sonriseros para los pocos residentes del lugar, creo que la relación era de 3 o 4 a 1.
Por mi parte, casi toda la visita estuve con un anciano que no quería saber nada de nada. Literalmente. Casi toda la visita me la pasé sentado a su lado acompañándolo nomás. Luego de la visita fuimos a almorzar al lugar de costumbre y allí me reuní con los voluntarios de la visita de la tarde.
El asilo -otro- de la tarde estuvo más ameno. Allí la relación era inversa, como de tres ancianos por voluntario. Estuvimos cantando muchas canciones del recuerdo con las ancianas del lugar y conversando un poco con un par de ancianos. Al finalizar la visita tomé un autobus y me dirigí a mi habitación.
Me llamaron un poco antes de las seis pues habíamos quedado de celebrar el cumpleaños del mayor de nuestro grupo de los sábados por la noche. Estuvimos casi hasta las 10:30 entre cena, pastel y uno de nuestros maratónicos juegos de Uno + Dos. Eramos como 10 personas.
Retorné a mi habitación y me dormí alrededor de medianoche.
El domingo me levanté un poco temprano -alrededor de las 8:00- e hice una buena limpieza en mi habitación. A las 9:30 que llamé a mis peques me pidieron que llegara media hora tarde. Fuí a traerlos a las 10:00. Estuvimos toda la mañana en mi habitación, leyendo, jugando scrabble on line y conversando.
Después del medio día los llevé a almorzar a Mc Donalds en donde estuvimos hasta cerca de las 4:00. Luego pasamos un rato a la biblioteca de la universidad y terminamos -los fuí a dejar a las 7:30 a su casa- en mi habitación viendo el final de Enredados. Me dormí antes de medianoche pues planeaba empezar desde muy temprano a buscar trabajo el lunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario