jueves, 3 de marzo de 2011

Segundo día...

El miercoles tenía dos citas: La primera era una serie de pruebas en una oficina de recursos humanos, la posición, Implementador. La segunda era una entrevista con la empresa que anda buscando el implementador.

Previendo un tráfico pesado -las pruebas eran a las 9:00 AM en el mismo edificio que la semana pasada- salí de mi casa como a las 7:30. Llegué alrededor de las 8:45 al lugar y realicé el proceso: Llenar solicitud de empleo, rellenar cinco o seis evaluaciones, entre ellas inglés y estilo gerencial.

Cuando estaba por terminar de llenar la solicitud escuché un nombre conocido autopresentándose en la recepción. Era el mismo compañero de mi anterior trabajo que me había comentado sobre esta oportunidad. Sonreímos al encontrarnos. Terminé las evaluaciones en el transcurso de la siguiente hora u hora y media y luego me entrevistó una reclutadora sobre mis anteriores trabajos, mis habilidades y mis planes futuros.

El salario no está tan bien. Realmente es la misma cantidad con la que empecé en mi anterior trabajo, los impuestos son más y es un requisito tener automovil. No estoy en contra -finalmente- de poseer un automovil pero eso reduciría bastante mi presupuesto. Me indicó esta misma persona que la entrevista ya no sería por la tarde sino el viernes por la mañana. Terminé la entrevista y ví que mi ex compañero aún estaba en el tercer o cuarto examen -de seis-. Le indiqué que lo esperaría en recepción y me dediqué a leer el libro que cargo estos días.

Como a los 45 minutos salió mucho más decepcionado que yo. En su solicitud él había colocado un salario que doblaba lo ofrecido por la posición. LH me ofreció pasar dejándome a mi lugar o que lo acompañara a un centro comercial en donde se iba a reunir con un ex compañero de trabajo con el que estaba viendo una oportunidad -coincidentemente el trabajo es en una oficina en la que trabajé hace como cinco años-.

Almorzamos en el food court de un centro comercial y llegó el ex compañero de LH con otro amigo. La oficina ahora se encuentra en este edificio comercial. Al dirigirme a comprar mi almuerzo a un lugar de pizza del food court encontré al único excompañero de la citada oficina que aún trabaja en la misma. Me dejó su tarjeta de presentación y quedé de enviarle mi curriculum vitae.

Un poco antes de terminar mi almuerzo recibí una llamada. Coincidencias, coincidencias. Era una excompañera de esta misma oficina con quien me he mantenido en comunicación en los últimos años y a quien le había comentado que estaba 'entre trabajos'. Me contó que estaba por empezar un proyecto de implementación de un ERP en algunas empresas y me ofreció una posición de media jornada con un salario un poco mayor del que ganaba en mi anterior trabajo. Quedó de confirmarme el viernes.

Me parece que ya tengo trabajo. Al menos se sintió un montón así cuando terminé mi conversacion con mi excompañera. De hecho decidí ya no ir a la entrevista del viernes, aunque aún sigo mandando masivamente correos a las posiciones que me remite automáticamente un sitio de empleos.

LH pasó a dejarme a mi lugar y vine a descolgar la ropa que había dejado tendida el día anterior y a lavar la ropa de cama que tenía en remojo. Después de revisar mis correos y leer un rato el otro de los libros que tengo acá me dirigí a la biblioteca en donde estuve un par de horas.

Un poco antes de las 8:00 regresé a mi habitación y estuve leyendo otro poco, conversando con varios amigos en Facebook y viendo The Town. Terminé durmiendome casi a las 1:00 AM.

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