domingo, 24 de abril de 2011

Domingo de Resurección

El domingo me costó un poco levantarme a pesar de que me dormí antes de medianoche. Lo bueno es que el día sábado había dejado mi habitación bastante ordenada. Me levanté después de las 9:00 pero a las 9:30 ya estaba frente a la casa de mis chicos esperando por ellos. Salieron mis hijas a decirme que se iban a demorar un poco y los esperé leyendo París era una Fiesta, uno de los libros que presté de la biblioteca del CCEG hace tres semanas.

Un poco antes de las 10:00 salieron mis peques y nos venimos a mi habitación. Estuvimos leyendo un poco y vendo un capítulo de Phineas and Ferb. Un poco antes del mediodía nos dirigimos a la universidad pues esperábamos que el cibercafé estuviera abierto por la tarde. Nos instalamos en una mesas del parque contiguo a la Rectoría para almorzar. Al vaciar mi mochila me percaté que había olvidado el paquete de papel aluminio y las tortillas de harina con las que prepararíamos unos burritos. Dejé a mis chicos en el lugar y retorné a mi habitación por lo olvidado. Me hice en el trayecto como 25 minutos. Cuando estaba llegando nuevamente al lugar recibí una llamada de una compañera de mi hija mayor, le presté mi teléfono a mi chica y estuvieron conversando algo relativo a una tarea que tenían que entregar el lunes.

Vi que mis chicos habían empacado todo lo que necesitábamos nuevamente en la mochila y me comentaron que en mi ausencia una señora con un aspecto bastante desaliñado y respirando de forma extraña los había abordado para que le regalaran algo de comida o el gel de alcohol que utilizamos para lavar las manos. La respuesta de mis chicos es que no les pertenecía y que estaban esperandome. Al parecer unos guardias universitarios se dieron cuenta de la señora y llegaron a preguntarle a mis niños sobre el incidente. No le dí mucha importancia al asunto -no me preocupé en demasía- pero felicité a mis chicos por su actuación. Almorzamos y luego jugamos un poco de frisbee y de voleyball.

Un poco antes de las cuatro pasamos a ver si habían abierto el cibercafé pero éste permanecía cerrado. Retornamos a mi habitación y estuvimos leyendo otro rato, luego de lo cual lavaron los trastos del día. Para finalizar el día jugamos un poco de SCRATCH y vimos la parte final de Spirit. A las 6:20 los fuí a dejar a su casa. Como no tengo internet en mi habitación por estos días y mi chica mayor necesitaba cierta información para completar una tarea llamé al voluntario que vive a pocas calles de mi casa y le pedí conexión por un rato. Me fuí a su casa como por 45 minutos y bajé un poco de información a mi computadora más viejita. Retorné a mi habitación, transcribí lo necesario y se lo fuí a dejar a mi chica mayor.

Cuando llegué a la casa de mis peques salió mi ex esposa. Tenía varios meses de no verla. Se veía un poco alterada y me comentó que no le parecía que hubiera dejado a los niños solos en la universidad, que no debía de volver a pasar. Solo dije ok. Creo que hasta ese momento caí en la cuenta de que no fue una medida muy prudente y no tenía caso discutir sobre el tema. Creo que debo ser más cuidadoso pero también creo que mis chicos se portaron a la altura de la situación. En todo caso, trataré de no volver a probar su actuación en esta forma. Retorné a mi habitación a ver películas en mi compu. Un poco después de las 9:00 me llamó Al, estuvimos conversando casi media hora y quedamos en que posiblemente nos veremos entre semana ya que el otro sábado será imposible: Una de sus sobrinas cumple quince años y tendrá que estar todo el día con su familia. Un poco antes de medianoche aún estuvimos intercambiando mensajes por celular. Me dormí antes de medianoche pues tengo ahora nuevas energías para continuar con mi búsqueda laboral.

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