martes, 30 de marzo de 2010

Estados Financieros...

Este mes es el de los ciclos. El año pasado dejé mi trabajo anterior, inicié este blog y empecé a llevar un control de mis recursos financieros en una hoja electrónica. No había reparado que justamente el año pasado el 31 de Marzo hice un listado del dinero que tenía en mi habitación -en moneda nacional y en dólares-, del que tenía en una cuenta de ahorros, de dos chequeras y un fondo de pensión. Al realizar la suma el año pasado, sumaba 5 veces mi salario actual, lo que me daba un presupuesto de mas o menos 5 meses y medio. Es decir, en caso de quedarme sin ingresos -como de hecho estaba- podía pasar cinco meses y medio procurando un nuevo medio de subsistencia. Afortunadamente estuve solo mes y medio desocupado, por lo que mi presupuesto disminuyó dos meses y medio. Tenía entonces, luego de recibir mis primeros salarios en este trabajo actual lo equivalente para tres meses y medio de presupuesto.

He estado actualizando esa hoja electrónica con cierta regularidad, y especialmente cuando he visto ciertos escollos en mi actual labor. A este día, exactamente un año después de haber recibido mi cheque de liquidación de mi trabajo anterior, tengo entre mis cuentas y efectivo lo equivalente a 3.67 veces mi salario mensual, lo que me dá un presupuesto de más o menos cuatro meses.

La gran diferencia es -creo- que el año pasado, para esta época tenía seis meses de haber retornado a mi país, de los cuales había trabajado cuatro, y había traído conmigo un equivalente a cinco meses de presupuesto en mi vuelta.

En fin. Me había propuesto como meta completar -al menos- este años 2010 en mi trabajo actual. Por aquello de la estabilidad laboral en el curriculum pero realmente, no se ve muy halagüeña la situación. Hay días y días. Días en que todo marcha -maso- bien y días en los que de veras creo -o siento- que me acerco al final. Lo interesante es que en el contrato que firmé cuando -al fin- me confirmaron estipulaba que en caso yo decida retirarme debo dar aviso con al menos un mes de antelación, me imagino que eso no se aplica a si la empresa decide retirarme.
Ayer veía un trabajo muy interesante -pero este también me lo pareció al principio- como analista de información. No se si debo simplemente acostumbrarme a que en cualquier trabajo me sentiré siempre de la misma forma -muy muy inseguro- o si puedo esperar a encontrar un trabajo en el que aunque no esté seguro si estaré para siempre, no me sienta con la espada de Dámocles sobre la cabeza. En parte -una grande, de hecho- por esto es que quiero empezar terapia.

Ayer y hoy, como no he tenido curso por la mañana, me he levantado tardísimo, hoy a las 10:00, ayer más tarde creo. Hoy por fin fuí al banco en donde me depositan -no iba desde diciembre- y retiré dinero para trasladar a la cuenta de mi ex. La llamé luego y le pedí otro día de esta semana con mis chicos, estuvo de acuerdo y mañana le avisaré que día me queda mejor, si jueves o viernes. Viniendo de mi trabajo recibí un mensaje de texto de mi prima favorita, invitándome para mañana a un centro recreativo. La llamé de vuelta, contándole que debo de trabajar en la mañana: No tenía que hacerlo pero un cliente no podía realizar una prueba hoy y me comprometí a llegar por la mañana para realizarla. Quedamos en que almorzamos en familia Jueves o Viernes. Llamé a mi único amigo de la infancia y le comenté que no podré viajar por estar de HotLine y no querer arriesgarme a andar solucionando problemas remotamente. También le dije a Mv que no podría ir al puerto con ella, aduciendo lo mismo, aunque en este caso, creo que es más de disponibilidad: Ellos se van el Jueves por la noche o Viernes por la mañana y retornan el Domingo al mediodía. Jueves o Viernes tengo a mis chicos y Domingo también. No le comenté esto a Mv, por lo que creo que definitivamente aún no estoy listo para involucrarme sentimentalmente con alguien, o al menos con alguien como Mv: Soltera sin compromisos. Mañana creo que almorzaremos juntos, con nuestro grupo de voluntariado.

domingo, 28 de marzo de 2010

Trabajando el domingo...

En Fábrica de Sonrisas declararon dos sábados de pausa por la Semana Santa. Así que por dos semanas nada de Risoterapia, o casi. Habíamos estado comunicándonos por FaceBook para reunirnos el viernes o el sábado en algún lugar de comida rápida. Fué una tarea titánica ponernos de acuerdo, pero finalmente se acordaron dos reuniones: una el viernes por la noche y otra el sábado por la mañana. Las dos estaban abiertas para los que pudieran llegar del grupo, somos casi 25 me parece.
Yo a la del viernes no podía, pues salgo de trabajar a las 8:00 pm los viernes y la reunión la habían programado para las 19:00, en un punto algo alejado de mi lugar de trabajo. El viernes habían también planeado los de la oficina un partido de futbol a las 10:00 pm. Al final tampoco fuí al partido. Salí como a las 9:00 pm de mi trabajo y me fuí directo a mi casita, vi de nuevo Taken.

Ayer sábado me levante un poco temprano y leí un poco de La rebelión de Atlas, que Mv tuvo la gentileza de prestar por mi de la biblioteca de la universidad. A las 9:45 o así partí para el lugar de la reunión del grupo. Cuando llegué solo estaba una de las compañeras de la generación anterior y en el transcurso de la siguiente hora fueron llegando otros compañeros, en total nos reunimos menos de la mitad que la ultima vez, solo ocho me parece. Estuvimos en este restaurant como dos horas entre comida, risa y fotos.

Como a la mitad de la reunión mi prima favorita me envió un mensaje, diciéndome que tenía una emergencia y pidiendo mi ayuda. Aunque no especificaba que tipo de ayuda me imaginé que era monetaria. Salí del restaurant a llamarla, por aquello de la discreción y efectivamente era una cuestión monetaria, afortunadamente no muy grande. Acepté darle un préstamo y retorné a mi reunión.

En la tarde retorné a mi habitación a subir las fotos de la reunión a Facebook y a verificar como estaban mis cuentas bancarias. La verdad no estaban tan bien como esperaba, pero si como para ayudar a mi prima. Tenía que venir ayer a programar a mi otro trabajo, me había ofrecido para trabajar un par de horas y había planeado imprimir un par de libros. Como a las 6:00 pm me dirigí a la casa de mi prima, tenía pensado llegar, darle el cheque y retirarme para venir a terminar el programa en el que estoy trabajando, pero, me ofrecieron un cafecito, estuvimos conversando un tiempo y se me hizo de noche. También me llamó Ja, contándome que tenía una botella de XL e invitándome a compartirla.

Me despedí de mi prima y su familia como a las 19:30, llegué a mi casa como a las 20:00 y encontré a Ja con la botella ya empezada. Compré unas limonadas en botella, para preparar mezclas y estuvimos como dos horas con media botella y una larga conversación.

Hoy me tocó trabajar. El programa que estoy escribiendo es corto pero me había comprometido a entregarlo antes del primero de abril y como odio andar corriendo a última hora preferí venir a darle los últimos toques. Luego de esto Domingo con los peques.

sábado, 27 de marzo de 2010

Siguen los cambios...

A ver. Esta semana, típico de nuestros países latinos, y clásico en el mío dió inicio con una huelga de transportistas. Se armó en la madrugada un congestionamiento de película en las diferentes entradas a la ciudad. De cualquier forma llegué a Intecap, solo para enterarme que por causas de fuerza mayor la clase del día había sido suspendida. Aproveché la mañana para comprar un par de cosas para mi habitación que me estaban haciendo falta, como una canasta para la ropa sucia.
Martes, miercoles y jueves fueron días normales de clase, estamos construyendo redes virtuales, creando máquinas virtuales con diferentes sistemas operativos y compartiendo información entre las mismas.

El miercoles al final de la tarde me llamaron mis chicas, con la noticia que no habían completado sus tareas en nuestro domingo anterior. Tuve que imprimir algo sobre enfermedades endocrinas y el relieve de china y pasar a dejárselos por la noche.

El viernes en el horario de la reunión semanal de departamento nos citaron para una capacitación con nuestro Líder Supremo: El jefe de mi jefe. Usualmente estas reuniones conllevan anuncios de cambios a gran escala. La útima me parece que fué el anuncio que nuestra empresa había sido absorbida completamente por la casa matriz, pues, hasta ese momento gozábamos de cierta independencia.

La reunión sirvió para anunciarnos -a mi jefe y mis compañeros A, B y P- las nuevas políticas en el registro del tiempo que damos soporte a nuestros clientes -ahora internos- y ciertos nuevos formatos que debemos llenar cada vez que interactuemos con ellos. Lo de los tiempos lo he respetado bastante, creo que mi integridad ralla en el fanatismo en este caso: Mi jefe me llamó al final de mes para cuestionarme sobre ciertos huecos que veía en un par de días en mi horario y le dije sin empacho que esas horas no las había podido ocupar en atender a nuestros clientes y que no quería registrar actividades ficticias solo para justificar mi horario. Igual tenía como 15 horas adicionales por haber asistido a capacitaciones fuera de mi horario regular de trabajo.

Lo de los nuevos formatos no fué tomado muy bien por la mayoría -Gerentes incluídos- pues se pretende registrar cualquier pequeña acción, como por ejemplo: cinco minutos para leer el correo enviado por el cliente xyz, o algo así.

Además en la reunión nuestro Líder Máximo hizo enfasis en que se está en época de transformaciones, y que de hecho, ya habían empezado: El compañero P ha ido un par de meses a otro país de CA. El compañero B y el Compañero A están atendiendo en Sitio a nuestro cliente Local. O sea que solo Koan queda para asignaciones fuera de oficina, que pueden ser en la ciudad o en un país de centroamérica, el Caribe, África o Europa del Este.

Esta semana, el jueves me parece, me tocó capacitar a un nuevo programador en el tema que había expuesto a mis compañeros y al Líder Máximo en la ocasión en la que casi logro que me despidan. Debo decir que capacitando a esta persona me dí cuenta que me presentación realmente se merecía la calificación recibida: Estaba malísima. Por un lado, nos reímos al comentar lo ocurrido con la presentación, por otro lado me sentí -un poquíto- más cómodo con el programa al que le doy soporte.

La otra semana es Semana Santa por este continente -semana zangana dirían algunos- por lo que Miercoles, Jueves y Viernes estaré de guardia con la portátil. El año pasado para esta época no estaba trabajando por lo que la semana santa la pasé vegetando únicamente, deseando que pasará rápido para continuar con mi frenética búsqueda laboral. Había planeado pasar esta época en la misma forma que mis fines de semana: leyendo y viendo películas.

El jueves me llamó el único amigo que me queda de la infancia -luego de más de un año de silencio- animándome a viajar a mi hogar paterno para Semana Santa. Aún lo estoy pensando. Ayer me llamó Mv, invitándome a ir al puerto en la costa opuesta -más cerca y mejor compañía-.
He estado desde ayer cavilándo sobre lo que haré, pues debo tener la portátil los tres días de feriado y luego entregársela al compañero A, quien vive fuera de la ciudad en ninguna dirección a los puertos. Si me voy a la casa de mis padres podría viajar Miercoles y retornar Viernes e ir a dejarle la portátil al compañero A el Sábado temprano. Si viajo con Mv -aún no sé que días serían- temo que surja algo con algún cliente y no tenga acceso a internet para atenderlo, o como puedo entregarle la portátil al compañero A. Por otro lado, estoy asumiendo que sería un viaje de varios días con Mv y otra pareja, lo que nadie me ha asegurado -en unas horas me reuno con Mv y creo que aclararé esto-.

No elaboraré sobre Mv o la razón de invitarme al puerto. Nos conocimos hace un par de meses en mi grupo de voluntariado, hemos almorzado un par de veces y compartimos el gusto por la lectura. Siguen los cambios...

El final de la historia...

Leí hace un tiempo -no recuerdo si en un libro o en un blog- que una de las formas de desarrollar tu estilo de escritura es tratar de escribir al estilo del escritor al que admiras. En mi caso sería algo entre lo preciso de Hemingway -me he leído El Viejo y El Mar como veinte veces-, el optimismo de Dickens -creo que también me tocará pegar etiquetas al betún para zapatos- la imaginación de Verne y Asimov y el ritmo de Grisham. García Márquez también sería -de atender este consejo- muy reflejado en mis propios escritor.

En mi época de la universidad también me leí casi todo lo de Mark Twain, junto con un par de libros sobre Mark Twain. Un caso el tipo, como la mayoría de escritores clásicos. Respondiendo a una carta de un joven que le pedía consejos para desarrollarse como escritor terminaba con algo como esto: ... y he escuchado decir que el consumo de pescado mejora la inteligencia, por lo que debo recomendarle con entusiasmo que consuma productos marinos, en su caso no mucho, con una ballena estaría bien.

Una serie de cuentos -o algo así- se propuso -luego de despotricar sobre ellas- a escribir el final de las historias que había escuchado en la escuela dominical de su iglesia. Algo así como que decir que nueve meses después que Blanca Nieves se casó con el Prícipe Azul dió a luz a un enanito.

Así que con perdón de Daniel Goleman y su Inteligencia Emocional -uno de los poquísimos libros que he comprado en mi vida- terminaré la clásica historia en la que se inspiró para escribir su famoso libro. Como dicen en los libros serios, las negritas cursivas son mías.

Era una bochornosa tarde de agosto en la ciudad de Nueva York. Uno de esos días asfixiantes que hacen que la gente se sienta nerviosa y malhumorada. En el camino de regreso a mi hotel, tomé un autobús en la avenida Madison y, apenas subí al vehículo, me impresionó la cálida bienvenida del conductor, un hombre de raza negra de mediana edad en cuyo rostro se esbozaba una sonrisa entusiasta, que me obsequió con un amistoso « ¡Hola! ¿Cómo está?», un saludo con el que recibía a todos los viajeros que subían al autobús mientras éste iba serpenteando por entre el denso tráfico del centro de la ciudad. Pero, aunque todos los pasajeros eran recibidos con idéntica amabilidad, el sofocante clima del día parecía afectarles hasta el punto de que muy pocos le devolvían el saludo.
No obstante, a medida que el autobús reptaba pesadamente a través del laberinto urbano, iba teniendo lugar una lenta y mágica transformación. El conductor inició, en voz alta, un diálogo consigo mismo, dirigido a todos los viajeros, en el que iba comentando generosamente las escenas que desfilaban ante nuestros ojos: rebajas en esos grandes almacenes, una hermosa exposición en aquel museo y qué decir de la película recién estrenada en el cine de la manzana siguiente.
La evidente satisfacción que le producía hablarnos de las múltiples alternativas que ofrecía la ciudad era contagiosa, y cada vez que un pasajero llegaba al final de su trayecto y descendía del vehículo, parecía haberse sacudido de encima el halo de irritación con el que subiera y, cuando el conductor le despedía con un «¡Hasta la vista! ¡Que tenga un buen día!», todos respondían con una abierta sonrisa.

Algunas horas más tarde, siendo ya una fresca noche en Nueva York, la policía consignó a nuestro conductor de autobús, quien aún se veía muy animado e iba conduciendo, zigzageando alegremente por las calles. El conductor pasó la noche en la carcel acusado de manejar un vehículo público bajo efectos de estupefacientes: Fué encontrada una buena cantidad de hierba bajo el asiento del conductor.

jueves, 25 de marzo de 2010

El Koan y su solución

Algo que noté muy poco tiempo después de empezar el blog –hace tres días cumplió su primer añito- fue que el primer post era casi ilegible. No solo está mal redactado, sino que aclara muy poco acerca del autor o del propósito de este espacio. Había pensado, entonces, iniciar el segundo año con un post un poco más legible para que quien pasa por acá sepa de qué va esto, y quizá más importante aún, para recordarme a mí mismo de qué va esto.

Elegí el nombre debido a que en esa época estaba fervientemente tratando de vivir de acuerdo al zen. Tenía cinco meses de haber retornado de Portland, en donde había asistido por un poco más de seis meses a un Templo Budista Zen. Mi llegada al templo marcó –o al menos lo pensaba en ese tiempo- un antes y un después en mi vida. Había estado, por casi tres años, viviendo entre mi país y USA. Durante este tiempo se terminó de destruir lo poco que quedaba de mi pareja. En esa tercera –y última vez- estaba casi decidido a no regresar nunca a mi país, pues era muy doloroso para mí vivir cerca de mis peques –dos niñas y un niño- y no poder verlos cada día. Encontrar el zen le dio cierto equilibrio a mi vida. Estuve asistiendo dos o tres veces por semana, participé en un par de retiros silenciosos y leí, leí y leí cualquier libro de zen que se puso a mi alcance.

Se supone que las principales escuelas en el zen son Rinzai y Sōtō. Aunque el templo al que asistí seguía la forma Soto –énfasis en la meditación zazen- y los koans son estudiados de forma mas seria por la escuela Rinzai, me habían llamado la atención desde antes.

Un Koan es un pequeño enunciado sobre el que los estudiantes de zen meditan y que al encontrar su solución –se supone- alcanzan la iluminación. Podeis ver otro par de definiciones, mas algunos pequeños ejemplos aca:

Koan – Kirai

Koan -Wittgenstein

Paradójico, creo que es una buena forma de describir un Koan. ¿Cual es el sonido del aplauso de una sola mano? Una amiga dijo Adios. En teoría el maestro le asigna –dependiendo de su nivel- un Koan al estudiante, este medita sobre el mismo y cuando cree que tiene la respuesta retorna al maestro. El maestro, casi indefectiblemente, le contesta ‘No, esa no es la respuesta’ hasta que un día, finalmente, el alumno presenta la respuesta ‘correcta’ al Koan, con lo que este queda resuelto, alcanzando el estudiante un nivel más avanzado.

Esa es la teoría.

Y si, veo a mi vida como un Koan. Una paradoja, algo que no comprendo y que por lo mismo no puedo encontrar la forma adecuada de enfrentar. No veo que me haya acercado, en este año a una solución al Koan. Empezamos el segundo.

domingo, 21 de marzo de 2010

Si una pareja ha funcionado mal, puede terminar bien?

Hace un poco más de dos años decidimos -o algo así- definitivamente vivir separados con Ma. Yo me fuí -por tercera y última vez- por nueve meses a vivir a Pdx y cuando regresé empecé a vivir solo, algo a lo que me había negado obstinadamente en los últimos dos o tres años de convivencia -y luego de regresar dos veces de Pdx-.
Empecé a ver a mis chicos los domingos y a adaptarme a vivir en completa soledad otra vez, la verdad no me he terminado de acostumbrar a ninguna de las dos cosas.
Con Ma no tuvimos una buena relación casi nunca. Nuestra convivencia -casi diez años y tres niños- estuvo basada más en necesidades personales que en el verdadero deseo de formar una pareja. Hace poco leí que si eres feliz antes de meterte a tener una familia hay una gran posibilidad que con tu familia seas feliz, pero que tener una familia no te garantiza la felicidad. Muy cierto.

Nuestra separación también volvió a plantear las necesidades. En mi caso, la soledad. En el de ella -creo- la protección. No he tenido una pareja desde que dejé la casa de mis niños, creo que aún no estoy preparado para tenerla, por mucho que se diga que las cosas se dan, creo que uno también debe estar preparado para que se den. Creo que Ma tampoco ha tenido una nueva pareja.

Hemos tenido en este -casi- año y medio de estar viviendo yo en la misma ciudad -y colonia- y ver a mis chicos los domingos un par de discusiones, que encuentro super ilógico, pues ya no somos pareja, pero bueno, así ha sido. El año pasado algunos domingos yo no llegué por los bebés por las discusiones y algunos domingos -creo- ella no los dejó salir por la misma situación. Y yo no he hecho nada por definir legalmente la situación en la que ahora nos movemos: Les entrego un cheque -una realmente gran parte de mis ingresos- y espero tenerlos todos los domingos.

El fin de semana pasado Ma sacó a los chicos de la ciudad, no se cuales eran sus planes, quiero creer que no hubo intención de afectarme, pero en fin, regresaron hasta el domingo a las 7:00 que pasaron a verme un rato. He tratado de mantener al mínimo mi comunicación con Ma, por una parte porque no tengo esperanzas que alguna vez podamos ponernos de acuerdo en algun aspecto. Segundo porque no quiero -si, se oye extraño- dejar la puerta abierta para cualquier tontería como tener una relación con otros derechos. Ja de hecho me parece que con dos de sus tres ex esposas de pronto se va al puerto o viajan fuera de la ciudad a pasar la noche. No quiero tener la mínima posibilidad de eso.

Cuando los chicos vinieron el domingo pasado ni siquiera volteé a ver a quien los había traído. Los hice pasar a mi habitación -que me pidieron- y los fuí a dejar como a los veinte minutos a su casa. Esta mañana cuando mis bebés salieron mi chico menor traía unas ronchas un tanto feas en su rostro. Ma me llamó y me dijo que o lo llevaba yo al médico o se lo dejaba para que lo llevara ella -¿Que harían en la semana y ayer?-, pues el domingo pasado los habían picado los zancudos y M se había estado rascando las picaduras, por lo que se le habían infectado. Por supuesto que lo tome y lo llevé yo. Al final le compré una pomada de hidrocortisona con lo que espero que mejore.

Eso nos consumió casi una hora de nuestro domingo. Luego los llevé a una maratón que estaba patrocinando Fábrica de Sonrisas y estuvimos allí un par de horas, interactuando con muchos sonriseros. Luego almorzamos pizza y nos venimos a mi habitación a que hicieran unas tareas.

Terminamos de ver -luego de casi dos meses- Simbad y los llevé a las 6:00 a su casa. Fuí a un café internet a imprimir una de las investigaciones de C y luego pasé a dejarselas, junto con el cincho que M había olvidado en mi habitación.

Había planeado exponerle a Ma lo que me afectó que el domingo pasado no hubiera visto a los chicos y que esperaba reposición de día, por lo que cuando C salió por sus copias le dije que le dijera a su mamá que saliera. Ma salió y me dijo que no deseaba hablar conmigo, pues yo ni siquiera le contestaba cuando me decía algo. Le dije entonces que lo ibamos a arreglar por la vía judicial y me vine. No sé que pasará a partir de ahora pero creo que lo mejor es definir ya un estatus en el cual sea la ley la que mande los comportamientos y no cualquiera de nosotros dos.

Esta semana iré al organismo judicial para plantear la situación y espero que antes de fin de mes podamos acudir a un juez o algo así.

Veremos en que termina esto.

sábado, 20 de marzo de 2010

Finalización de otra semana cargadita...sorpresa en ajedrez.

Tengo pocas esperanzas de que me mantengan en el turno actual al menos un par de meses y aunque el curso que estoy recibiendo es de cinco meses por lo que significa que no creo terminarlo, por el momento es lo que hay. La otra opción que tengo es no hacer nada por la mañana con lo que me levanto tardísimo y luego me deprimo pensando que no estoy haciendo nada.

Estoy levantándome alrededor de las 7:00 AM. Entro al curso de redes -que mas bien ha sido curso de utilitarios de windows- a las 8:00 y salgo a las 12:00, almuerzo cerca del lugar de estudios, paso una hora o así a una biblioteca y luego me voy al trabajo, en donde he estado entrando alrededor de las 15:00. Trabajo cuatro o cinco horas en la oficina y luego me vengo a mi habitación a terminar mi turno, usualmente entre 0:00 y 1:00 AM. y al dia siguiente lo mismo.

Lunes y martes luego de almorzar pasé a la biblioteca del IGA a leer Sueños de mi Padre, el primer libro de Barack Obama. Miercoles fuí a comprarle el libro a mi chico menor, quien cumplió ocho años ayer. Jueves pasé también a leer. El viernes no tengo clase pero este viernes se celebraba el primer aniversario del módulo de tecnología de Intecap. Convocaron a un torneo de ajedrez y como no tenia reunion en la oficina, me decidí a participar. Había planeado levantarme normalmente y llegar a las 8:00 que era la hora a la que estaba programado el torneo. El jueves en la noche mi jefe me asignó la realización de un manual en inglés para una funcionalidad de nuestro programa. No pude avanzar mucho en la noche en mi habitación, pues el servidor de la oficina me sacaba constantemente del sistema, por lo que decidí levantarme temprano e ir a terminar la guía al trabajo. Total que el viernes me levanté como a las 5 de la mañana -4 horas de sueño unicamente- y me fuí a la oficina, terminé el documento y a las 7:30 me dirigí a Intecap.

El torneo no se realizó realmente, estuve jugando con la persona de la Federación de Ajedrez que llegó a organizarlo, pues no se presentó nadie más a jugar. Como a las 9:30 llegó otro jugador y dos instructores de Intecap se ofrecieron también a participar. Al final se realizó una cuadrangular con partidas a 10 minutos de las que salí invicto: Primer Lugar. Me regalaron una playera de la institución como trofeo.

Almorcé con Ja en la cafetería del centro y luego pasé a leer un rato a la biblioteca. A las 3 y algo me dirigí a la oficina, pues por ser viernes debía trabajar de 4:00 a 8:00. Trabajé realmente de 4 a 7, pues una muy buena compañera se retiró de la empresa ese día y fuimos a brindarle una cena de despedida en un restaurante de la zona viva. El compañero B y su esposa pasaron a dejarme a mi casa alrededor de las 11:00.

Este día en Fábrica de Sonrisas era el Día Al Revés: Teníamos que llegar vestidos de la forma mas estrafalaria que pudieramos encontrar. En mi caso, como tengo que andar en bus solo me coloqué un calcetín blanco corto y uno negro largo, me calcé mis tenis blancos pero me llevé uno verde en la mochila. Cuando llegué al lugar de reunión vi muchas muchas personas vestidas de forma realmente extraña: Muchos iban con la ropa interior sobre la ropa normal, uno de los antiguos llevaba un traje de baño femenino sobre la ropa y lo que parecía un mantel a modo de falda, en fin todo al revés. Me quité el pantalón, quedando con una pantaloneta larga, me puse la camisa al revés y me cambié un tenis blanco por uno verde, fue suficiente.

Para este día habían solicitado que llevaramos tambien un calcetín extra y materiales para construir un títere. Luego nos dividimos en dos grupos y nos tocó representar una obra de teatro con los títeres. Por último realizamos un concurso de mímica, adivinando nombres de películas.

Al final del día nos reunimos los miembros de las tres constelaciones en el estadio del parque y se armó un muy muy buen ambiente. Quedé afónico de tantas canciones y porras.

Encontré en la parada del autobús a Mv con un amigo y nos fuimos a almorzar juntos. Estuvimos en el food court de un centro comercial como cuatro horas conversando los tres. Luego fuí a comprarle el otro regalo a mi peque: siempre les regalo un libro y algun juguete. Esta vez es un libro de Roal Dahl y una figura de acción del Valle de los Dinosaurios.

Esta semana estuvo relativamente mejor que la semana pasada. Trabajé tres días de forma intensiva en un problema de un cliente de centroamérica y al final -aparentemente- logré solucionar la situación. Luego mi jefe me envió un mail agradeciéndome por la rapidez al realizar la guía solicitada.

No he conseguido aún un terapeuta -o analista, no se como llamarle-. El martes le escribí a quien me iba a referir a un especialista pero no respondió mi mensaje. Hoy la ví y me explicó que sus clases han estado irregulares y que no ha visto a la persona indicada, que hasta dentro de tres semanas quizá pueda contactarlo. Me parece que debo buscar por otro lado, pues no quiero dejar que pase el tiempo. No tendremos reunión por dos sábados, así que serán tres semanas sin Fábrica, espero que logremos reunirnos al menos una vez en otro lugar.

lunes, 15 de marzo de 2010

Empezando otro Curso...

Anoche, como a las 19:15 -ya habia actualizado mi blog- pasaron Ma y los peques, de vuelta de su viaje.

No había planeado como me iba a conducir, pues creí que no iban a pasar por mi casa. Igual se presentaron y me mostré entusiasmado de verlos, me preguntaron si podían quedarse un rato y los invite a pasar, ignorándo completamente a quien los llevaba.

Compartimos un rato en mi habitación, me contaron todo lo que habían hecho el fin de semana, la verdad se la pasaron super, fueron a una reserva natural y estuvieron bastante tiempo en el mar. Como a los 20 minutos o así los fuí a dejar a su casa.

Trabajé de 21:00 a 1:00. La verdad ha estado bien lento el trabajo, de hecho, solo revise correos, actualicé status de mis incidente y respondí a un mail de Haiti. Me dormí pronto, aunque aún estuve conversando por msn con uno de mis compañeros de Fábrica de Sonrisas. Puse el reloj para las 6:45, pues hoy empezaba mi curso de Administración de Redes.

Me desperté hoy a las 6:35, me preparé y me vine a Intecap, desde donde estoy actualizando esto. Recuerdo haber leído que Tolkien dijo de una edición de El Hobbit que no le gustó nada: Podrían haber hecho un mejor uso de ese papel. Creo que lo mismo se aplicaria al tiempo que voy a invertir en este curso, pero, por el momento no tengo otras opciones. Veremos hasta donde llegamos.

domingo, 14 de marzo de 2010

Repeticiones...

Iba a seguir con el tema de las repeticiones. El año pasado -o antepasado?- hubo un domingo en que fuí por mis bebés y no estaban, luego me llamaron como al medio día, diciendome que andaban fuera de la ciudad. Vinieron un rato a mi lugar como a las 6:00 pm. Estuve buscando en un diario en papel que llevé desde Octubre 2008-Marzo 2009, mes en que inicié este blog pero no pude encontrar ese día. Me parece que esa historia es ya parte de este blog y no de ese diario...
Si, luego de una búsqueda en este blog, resulta que esa ya es historia de acá.
En fin.
La semana pasada -o antepasada- el compañero A nos había invitado a toda la oficina al segundo cumpleaños de su hija a celebrarse el domingo 14 de marzo. El plan era llevar a mis niños a la fiestecita, habría payasos, piñata, pastel, etc. mis compañeros estaban a la expectativa de conocer a mis chicos.
....

La PayaEscuela del día de ayer estuvo bien interesante -y desconcertante-, se trató de la reconexión con el niño interior, tema que personalmente me interesa.

Luego de una meditación donde tratamos de recordar nuestra niñez, debíamos escribir una carta utilizando la mano que no utilizamos frecuentemente para escribir. En esta carta debíamos escribir del niño al adulto preguntándole que había sido de todo lo que había soñado. La verdad es que no recuerdo haber tenido una gran cantidad de sueños de niño. Soñé, si y mucho en tener una familia. Quizá es un poco extraño pero desde niño me imaginaba ya teniendo esposa e hijos. La vida es irónica muchas veces.
Como habíamos llevado cada uno un par de juguetes, debíamos también en círculo hablar acerca de lo que los juguetes nos recordaban de nuestra infancia.
En la segunda parte de la dinámica, el adulto le debía responder al niño las preguntas. En mi caso fué sencillo: No, no tengo la familia que soñaba. Si, trato de ser una buena persona. Si, sigo realizando inventos.

Terminamos la reunión como a la 1:00, luego de lo cual fuí a un supermercado a realizar la -ingrata- tarea de comprar tres regalos para la hija del compañero A. Compré varios accesorios para bebé, hice que los empacaran en tres diferentes paquetes y me decidí a almorzar en el mismo comercial. Encontré a Mv, una de las chicas de mi grupo de Fábrica de Sonrisas, a quien ya había encotrado en la entrada de la biblioteca de la Universidad la semana anterior. La invité a almorzar pero, como estaba esperando a otras amigas, les hicimos tiempo en el área común de los restaurantes. Finalmente llegaron cuatro amigas de Mv y almorzamos una variedad de comida mexicana con comida nacional con comida italiana. Luego invité a Mv a un helado y caminamos algunas cuadras hasta su iglesia, en donde tenía ensayo del coro. Yo me dirigí a la biblioteca y estuve leyendo un par de libros de narración y La Rebelión de Atlas de Ayn Rand.

Como a las 5:30 el jefe del área de calidad llegó a la biblioteca para que le prestara la llave de la oficina, le pedí aventón a mi casa y compré mi cena. Fuí a la casa de los bebés pero no estaban. El candado de la puerta estaba puesto en el exterior. Los iba a llamar pero no tenía saldo y no logré encontrar la sección en la página de mi banco para cargarle tiempo a mi teléfono.

Anoche ví Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, una película no cómica de Jim Carrey. Creo que tengo que verla varias veces más, es muy buena. Me dormí un poco después de medianoche y puse la alarma para las 7:30. Me levanté a las 8:00. Lavé y tendí ropa y me preparé para ir a traer a mis bebés. Cuando llegué, el candado estaba en la misma posición.

Vine a mi habitación, tome dinero y fuí a cargarle tiempo a mi teléfono. Llamé a mis peques. No contestaron. A los cinco minutos o así me llamaron de vuelta. Ma me informó que estaban fuera de la ciudad, que habían perdido el bus de la madrugada y que esperaban estar acá alrededor de las 14:00, agradecí el aviso. Llamé de vuelta como a los 10 minutos y pedí hablar con K, pero no estaba en ese momento con Ma, solo mi chico menor, hablé con él y le dije que no fueran a andar corriendo por regresar rápido a la ciudad, y que podíamos salir otro día. Luego les envié un mensaje de texto diciendoles que no se desesperaran, que tuvieran paz, que las cosas siempre pasan por una razón y que los quiero mucho.

Llamé a mi prima favorita, con quien pase la navidad para preguntarle por el horario de su iglesia -yo también asistía allí hace como 15 años-, pero no me respondió, por lo que planeé irme a la biblioteca a leer un rato. Cuando iba en camino me percaté que había olvidado la portatil del trabajo -estoy de turno este fin de semana- y regresé a mi habitación, en el camino de vuelta me llegó un mensaje de texto de mi prima, contándome que estaba en la iglesia y que por eso no podía responder a mi llamada.

Fuí a la iglesia. No una muy buena decisión, considerando que ya no soy un creyente, pero bueno, me gusta esa rama de mi familia. Luego de la iglesia mi prima me invitó a almorzar y estuve con su familia y mis tíos hasta casi las 17:00.
Luego me vine a mi habitación.

Y si, al parecer, la historia sigue repitiéndose. Pero me rebelo a ello. Ayer fuí con una de mis compañeras de Fábrica de Sonrisas que está por concluir la carrera de Psicología, le comenté que necesito empezar a hacer terapia pero que he tenido un par de malas -o no satisfactorias- experiencias en el tema y que si podía recomendarme a una profesional. Me llamará -o la llamaré- esta semana. Y digo, no se repetirá.

viernes, 12 de marzo de 2010

La vida -siempre ?- se repite...

Estoy temiendo que vaya a iniciar el segundo año de este blog -en diez días- tal como estaba el año pasado: Disponible para un nuevo trabajo.

Hay algo que no esta bien, estoy casi seguro de eso pero no se qué es ese algo y creo -otra vez- que debo hacer algo para saberlo.

Esta semana estuvo bien lento el trabajo por la noche y por ciertas nuevas políticas de la empresa, los tiempos han debido de registrase más detalladamente, resultado: Horas muertas en mi turno. Creo que hubiera podido registrar algo como autocapacitación o investigación, pero no daba para eso.

Había estado pensando como empezar a llenar esas horas muertas, llame un par de noches a mi jefe pidiéndole asignaciones, consiguiendo muy poco. Llamé al gerente de otra área, ofreciendole mi ayuda para desarrollar pruebas, me prometió algo de trabajo para la otra semana.

Este día fuí a la oficina, para reunión de área y capacitación en un nuevo módulo pero, desde que llegué mi jefe me llamó a su oficina y me comunicó que como había visto que el turno de la noche estaba bastante tranquilo, habían acordado con su jefe -es bastante dictatorial la dirección general- que empezara a llegar cuatro horas por la tarde a la oficina y que las otras cuatro horas las termine en mi casa, o sea, a partir del Lunes tendré que irme a la oficina como a las 14:00, trabajar de 15:00 a 19:00 y luego trabajar en mi casa de 20:00 a 24:00. Además, mi jefe mi hizo ver que luego de diez meses mi conocimiento del sistema no es el que se espera y que, mi apoyo en la otra área unos meses atrás había sido calificada como deficiente. Van dos -grandes- resbalones entonces: una primera mala presentación de un módulo, eso fué cuando tenía como tres meses de trabajar allí y ahora un mala calificación de mi apoyo en el desarrollo de un nuevo proyecto. No se ve muy atractivo el panorama.

La otra semana empieza también mi curso de Administrador de Redes, de 8:00 a 12:00. Ayer fuí a mi ex trabajo -la imprenta- pues quieren que les haga un pequeño programa -algo como de $30.00-, generalmente acudo a su llamado, primero porque me gusta programar y segundo, porque puedo imprimir un par de libros en cada ocasión. Anoche les envié mi propuesta económica. Cuando estaba entrando a la oficina de la imprenta encontré a mi ex jefe. De todos los jefes que he tenido, este caso fué interesante porque, nos llevábamos bien, me daba total libertad para trabajar, pero -siempre hay un pero- realmente no tenía una autoridad oficial sobre mi, o sea, estaba 'a cargo' de mi área, pero yo realmente le reportaba -y recibía retroalimentación- de una persona más arriba, en fin, me comentó que este Domingo desayunará con un excompañero de facultad que tiene una empresa de software, y que le mandara mi Curriculum, por cualquier eventualidad.

Insisto que hay algo que no esta bien, digo, tengo un título universitario, he visto resultados de mis pruebas de inteligencia y estoy en un nivel bastante alto, soy creativo, soy bilingüe, he manejado equipos de trabajo, soy bueno con la tecnología. Pero hay algo que no esta bien, creí que practicando zen encontraría la respuesta, y de pronto la hubiera encontrado, pero me toco retornar a mi país. De pronto es hora que tome el toro por los cuernos realmente y acuda por fin a terapia -laboral o personal o quizá incluso familiar- . Como hay personas que no necesitan nada de eso? pueden trabajar 10 o 15 años en el mismo lugar y allí continúan, pueden relacionarse con otras personas en buena forma, en fin. Debo hacer algo. Voy a hacer algo. Ahora debo definir que.

martes, 9 de marzo de 2010

Sueños...

Cuando hace frío sueño. Me imagino que sueño más veces aunque no haga frío pero, cuando hace frío recuerdo los sueños. También cuando duermo menos de lo acostumbrado. Como anoche. Terminé mi turno como a la 1:30 de la mañana, desde la semana pasada se habían programado períodos de capacitación para el martes y miercoles de esta semana, de 9 a 11-12. Me dormí alrededor de las 2:00 AM y puse mi despertador -un celular que Ja me prestó cuando le conté que mi pda había muerto- para las 7:30.

En mi sueño cargaba un niño, quizá tenía dos o tres años, era bastante moreno. Baste ver la foto de mi avatar. Era un varón y estaba desnudo. En mi sueño reíamos mucho, me parece que estaba bailando y haciendo que se riera. No se si era mi hijo o era yo a esa edad. La escena transcurría -me parece- en la playa, pues yo también estaba con el torso desnudo.

Un par de días de la semana pasada y el sábado por la tarde fuí a la biblioteca. Usualmente voy a la sección de psicología y elijo un libro al azar, puede ser de texto o de investigación o de teorías de la personalidad o del eneagrama. Algo que me guste y lo leo por una o dos horas. Generalmente tomo tres libros y me estoy en la biblioteca entre dos o tres horas, dependiendo de lo cargado del día.

La semana pasada estuve leyendo sobre La Sombra -Carl Jung-, algo de PNL y tengo la impresión de algo sobre el Niño Interior. Quizá por eso es que me quedé pensando en el significado del sueño de anoche. En fin, me costó levantarme, pues tuve la impresión que estaba en lo mejor del sueño cuando sonó la alarma, pero, ni modo, hay que cumplir con las obligaciones.

También releí un libro -el sábado- que había leido hace unos tres o cuatro años: Más Platón y Menos Prozac. En este libro el autor plantea el enfoque de la vida -o sus problemas- por medio de la filosofía. Me pareció desde la primera vez que lo leí de lo más interesante.

Creo que desde esa época me había propuesto estudiar zen. Aunque no fue sino hasta hace dos años que pude prácticarlo por alrededor de seis meses asistiendo regularmente a un templo en PDX.

La semana pasada no hubo Payaescuela pues una facultad de la universidad iba a utilizar el mismo espacio para el bautizo de sus nuevos estudiantes. Con mi grupo -familia- nos reunimos al mediodía en un restaurante, para almorzar y tener convivencia fuera de Fábrica de Sonrisas. Me parece que la mayoría -o todos- los grupos hicieron algo similar.

El domingo fué otra vez de muchas tareas con mis peques, no estoy de acuerdo con el estilo de estos colegios de dejar una cantidad enorme de tareas para la casa, me parece que eso debería trabajarse más en el colegio, pero, recuerdo que a una sesión de padres de familia que asistí -hace muchos años- los mismos papás pedían que se les dejaran tareas de esa forma: La mayoría apenas conviven con sus hijos y les interesa que esten ocupados lo más que se pueda.

Es esa época del año otra vez: El trabajo de pronto deja de tener el atractivo que le encontraba al inicio. Trabajo en IT, en lo que siempre he querido hacer. El año pasado estaba en una situación similar y fué el primer día de marzo que renuncié. El acudir a FdS y a cursos de Intecap ha sido una forma de prevenir que vuelva a suceder lo que pasó el año pasado -y ha ocurrido en la mayoría de mis trabajos-: Cuando ya no me suponen un desafío, simplemente me voy.

Esta vez espero superarlo.

viernes, 5 de marzo de 2010

Porque es mejor pretender que no sabes nada de computadoras...

A finales del año pasado -me parece- encontré una página de comics muy buena, creo que llegué a ella via Texts from Last Night, no recuerdo como llegué a TFLN, tengo la impresión de haber estado buscando algo de Salinger en la web. En fin, la página se llama TheOatMeal, me parece que el primer comic que vi fue el que explicaba el éxito de libros como Twilight y New Moon. Me pareció gracioso, no me llamó la atención leer los libros de esa serie, aunque debo confesar que he leído todo lo de Dan Brown y los siete libros de Harry Potter.

Uno de los comics que más me gustó de TheOatMeal -el humor que usa este tipo es bastante ácido en la mayor parte de sus trabajos- fue el que se fiere al título de este post, creo que esta ha sido mi política en la mayoría de situaciones personales luego de terminar la universidad.

Quizá la gran excepción fué cuando asesoré a un amigo en PDX al comprar su portátil, aunque en este caso, creo que fué más cuestión de idioma que de tecnología: El no hablaba nada de inglés.

En el caso del lugar donde vivo, he mantenido mi bajo perfil en el tema. Vine a vivir acá con tres maletas de viaje y dos portátiles, siempre siempre siempre mantengo las puertas y ventanas cerradas y no ha entrado a mi habitación más que mis niños -y R por supuesto, que vino un par de noches a ver películas-. Cuando tenía como cinco meses de vivir acá, y dos semanas de haber renunciado a mi trabajo en el centro de impresión de data variable, un día me puse a investigar sobre seguridad de redes, pues ya había captado una señal bastante aceptable de uno de mis vecinos pero tenía password -wep le llaman-, total, un fin de semana me dediqué a seguir los pasos de un par de tutoriales que encontré del tema para desencriptar passwords y 'voilá' acceso a internet. Fueron largas noches de lectura de blogs, navegación en foros y descarga de películas pero, como creo -y bastante- en el Karma, me hice el firme propósito de contratar un servicio y pagar por el mismo.

Más o menos por esos días, estuve escuchando conversaciones fuera de mi habitación sobre contratar un servicio colectivo, como 5 de los siete que vivimos acá tenemos computadora, se veía atractivo. Me mantuve al margen de las conversaciones -en general me mantengo al margen de las conversaciones de mis vecinos- y únicamente me hice el enterado cuando vinieron a proponerme asociarme con ellos. Accedí y empecé a pagar una cuota mensual por el servicio, total lo mejor es la legalidad, además, muchos días mi vecino aparentemente movía de lugar su antena o la apagaba y yo me quedaba sin señal. Mi jefe también me había comentado que habían bastantes posiblidades de que empezara a trabajar desde mi casa, por lo que era imperativo contar con una señal constante.

Y así, pasaron cinco o seis meses de este servicio de internet. Me fastidiaba que algunas noches la señal de pronto se fuera y tuviera que ir a tocarle la puerta a nuestro vecino que colectaba la cuota mensual. Otros días no había internet por varias horas al día. A todo esto, seguía con mi política de no entrometerme con la parte técnica. La única condición que yo había solicitado era que el acceso fuera por medio de cables, bien sabía los riesgos que corre una señal inalámbrica. Hace como dos meses vinieron con el cuento que estaban actualizando el servicio, que por la misma cómoda mensualidad ahora tendríamos más ancho de banda y además, señal wifi. Seguí sin meterme en el asunto técnico, pero, hace un par de semanas, el servicio había estado bastante lento, siempre que quería bajar algún documento o video, el servicio indicaba que ya alguien más estaba haciendo uso del servicio -algo que no ocurría en los meses anteriores- por lo que temí lo que podía estar sucediendo, pues la señal de wifi estaba sin ninguna seguridad.

Lo peor sobrevino hace un poco más de una semana, no pude conectarme a la red, tanto la señal del cable como la señal inalámbrica indicaban estar conectadas, pero no me cargaba ninguna página, fué por los mismos días que tuve que actualizar una de mis portátiles de Dapper Drake a Karmic Koala -claro que soy usuario de Linux-, total que tuve que irme a trabajar a la oficina de 5 a 9, y empecé a llamar a mis vecinos desde allí informándoles de mi situación. Regresé a mi casa como a las 10 y pude terminar mi turno acá.

A los dos o tres días se dió la misma situación, como a la hora u hora y media de haber iniciado mi turno volví a quedarme sin señal, luego retornó, luego se fué, luego retornó y así como una hora. Estuve a punto de irme a la oficina, pero, la noche anterior, 30 minutos antes de finalizar mi turno me había quedado sin señal, lo que hice fué salir al patio, captar la señal de mi vecino y terminar el turno al aire libre.

Este día realicé lo mismo y conforme mis vecinos fueron llegando de sus trabajos pasaron por el patio admirando las bondades del trabajo a distancia. Esa noche les hice ver los peligros de la wifi sin seguridad y me ofrecí a configurar una clave para el servicio, me dieron la caja del modem y configuré una clave wap -mucho más dificil de romper que la wep-, por supuesto que la señal se ha mantenido mucho más estable.

El miercoles pasado, saliendo de la biblioteca me encontré con un volante de la empresa que nos dá servicio de internet, me puse a observar el listado de velocidades y precios de cada servicio y me llamó la atención que me estaban cobrando con el segundo más caro de los cinco listados.
Por curiosidad vine a medir la velocidad de descarga y resultó que corresponde al segundo más barato de los servicios, o sea, estoy pagando el doble de lo que debería. Para estar seguro de la información me mantuve monitoreando la velocidad esa tarde y, por la noche, cuando vino el recolector de la cuota, le planteé mis dudas, diciéndole que con lo que estamos pagando -al menos yo y otro de los vecinos con los que confirmé la cuota- con tres de nosotros podríamos contratar un mejor servicio. Le cuestioné -quizá un poco menos amable de lo que debería- si la cuota la ponía él, el 'amigo' que le había transferido el servicio o la empresa de internet nos estaba cobrando por algo que no nos estaba proporcionando y me salió con que eso era lo que tenía que pagar y que conseguir un contrato de servicio no era tan fácil y blah, blah, blah.

Retorné a mi habitación, pues estaba a mitad de mi turno, pero escuché que fué a conferenciar con la vecina que tiene el router. A Ja le comentaba que a veces no sabía si era mejor en este tipo de situaciones quedarme con la boca cerrada y pagar lo que se me pedía o exigir mis derechos: Esa noche, misteriosamente mi servicio volvió a caerse a las 12:45, afortunadamente pude captar la señal externa para terminar mi turno. No se si me va a tocar buscar un nuevo lugar para vivir. La tecnología es una parte muy importante de mi koan personal.

Terminando una semana maratónica...

Desde la semana pasada sabía que esta semana iba a estar hasta el límite de ocupaciones: Mi jefe me había indicado que la Jefe de Implementación iba a estar capacitándo en una nueva versión que entrará en vigor el próximo mes para uno de nuestros clientes de centro américa. Me dijo que como estaba trabajando de noche, mis compañeros podían asistir y luego ellos me contarían como iban las cosas, la verdad, preferí ir yo mismo a ver como iban. La capacitación estaba planeada para ser de Lunes a Jueves de 9 a 11-12. Así que desde el Lunes, me estuve durmiendo entre y una y dos de la mañana, levantándome a las 7:30 o así e yendome a la oficina. Adicionalmente a esto, sabía que el Jueves debía asistir a Intecap para las pruebas de admisión del curso de Administrador de Redes que planeo atender. El lunes y el martes regresé tarde de la oficina, salí de allí casi a las dos, pues aproveché para jugar un par de partidas de ajedrez con mis compañeros de área. Acordé con mi jefe no iniciar el turno a las 5 sino a las 6, por las horas de la mañana, así que ambos días dormité un poco entre 4 y 5 de la tarde, aunque el martes estaba a mitad de mi siesta cuando mi hija mayor me llamó para pedirme ayuda con una investigación. Bajé de Wikipedia -y de otra página- la información que necesitaba, fuí a imprimir una página a un café internet y le llevé la biografía de un compositor de música guatemalteca.

El miercoles salí un poco más temprano de la oficina -como al medio día- y fuí un rato a leer a la biblioteca. Estuve leyendo un libro sobre La Sombra, me parece que escrito por Jung. Este día le había indicado a mi jefe que el Jueves me tocaba el examen y que iba a llegar un poco tarde a la capacitación. Como faltaba un poco de preparación de los programas, el Implementador nos indicó que correría la capacitación para el Viernes y nuestro jefe nos convocó entonces para reunión el día Jeves -la que generalmente tenemos los viernes-.

El jueves -ayer- tuve que despertarme más temprano que los días anteriores, pues el examen estaba programado para las 7:45. Estaba casi llegando a Intecap cuando recibí un mensaje de texto de Ja, quien también planea ingresar al curso, indicándome que estaba por empezar la evaluación. Llegué justo a las 7:45 y tuve que soportar con sueño y todo un discurso como de 30 minutos acerca de las bondades de la institución, las ventajas de capacitarte y lo maravilloso que es el centro de tecnologías. Como a las 8:30 dió inicio la serie de evaluaciones, debo decir que los requisitos para ingresar al curso eran bien bien bajos: Educación Media, 16 años mínimo y certificaciones de cursos de computación.

La primera evaluación fué para evaluar el IQ, me parece que se llama SAT algo el test. La segunda y la tercera fueron para evaluar intereses y habilidades y la última fué matemática, pero matemática de tercero o cuarto grado primaria. Además debíamos dejar constancia de nuestra edad, ultimo grado cursado y certificados de computación. Yo solo llevaba la fotocopia de mi cédula que había realizado el día anterior y mi carnet del colegio de Ingenieros -la parte de atrás del mismo es una fotostática del título-. Terminé la evaluación como en 15 minutos, eran 30 incisos: sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, porcentajes y fracciones. Creo que mis dos niñas mayores la hubieran hecho en un tiempo parecido. El tiempo máximo para la evaluación era de hora y media. Al entregar mis evaluaciones se me requirieron las copias de identificación y diplomas, como solo llevaba de mi cédula salí a fotocopiar mi título. Ja estaba enfrascado en la resolución de la prueba de matemáticas.

Estaba saliendo de Intecap, buscando una fotocopiadora cuando encontré a un excompañero de trabajo: El Gerente de Recursos Humanos del segundo lugar en el que trabajé como Ingeniero. Conversamos un buen rato, pero eso es algo que contaré en otro post. Regresé como 45 minutos más tarde al saló y Ja se había dado por vencido con la prueba, de l0s 30 incisos había resuelto 10 me parece. Entregamos las copias pero yo quedé pendiente de entregar un certificado de computación, creí que iba a ser suficiente con el título universitario, pero hay que ver la burocracia de algunas instituciones.

Luego de salir de Intecap invité a almorzar a Ja en un comedor cerca de Intecap, en donde estuvimos casi una hora entre el almuerzo y la conversación de sobremesa. Había decidido no llevar ningun documento, pues el último día para entregarlo era hoy y Ja se ofreció a llevarlo si se lo mandaba por mail.

En el turno de trabajo de ayer, de entrada mi jefe me envió un mail asignándome una serie de tareas que llenaba mi turno por completo. Me pasé casi 7 horas desarrollando pruebas de calidad para un módulo recién liberado. Aproveché también para conseguir un diploma en la red, colocarle mi nombre y enviárselo a Ja. Hoy en la mañana me comentó que el trámite estaba realizado. Tengo mi papelería completa para iniciar el curso de Redes, solo falta ahora esperar los resultados de las evaluaciones.

Cuando estaba realizando la tercera evaluación ayer, me llamó el compañero B para indicarme que ya no se iba a realizar la reunión de área, y que tampoco iba a haber capacitación este día. Por lo pronto, ya estoy informado que Martes y Miercoles de la otra semana será de la misma forma que esta: La mañana en la oficina.