La semana pasada nos reunimos con mi
jefa y tres de mis compañeros -frid aún no se ha integrado por
completo al grupo- para revisar las asignaciones que finalmente
debemos tomar cada uno. Aprovechando que acabábamos de retornar de
un curso de Organización de Agenda bien chafa, aproveché para
proponer que mejor leyéramos el libro y lo compartieramos entre
todos pues sospechaba que tendría mejor resultado que el curso que
las cuatro horas que habíamos invertido ese día en escuchar a una
presentadora pasar a toda prisa unas diapositivas y poner dos o tres
videos 'de aliento': Mañana por la tarde me toca exponer los
primeros tres capítulos del libro Getting Things Done.
El martes de la semana pasada estuve de
mejor ánimo general. En serio no sé si es ya la edad o los cambios
de presión en el ambiente han estado más fuertes. Digo, antes me
molestaba cuando realmente había un cambio brusco de presión
-cambios climáticos- pero ahora, la lluvia fue hasta dos o tres días
después de mis molestias. Como el lunes había llevado una sopa
para almorzar el martes llevé unos panes y unas tortillas de harina
con jamón.
El miercoles me levanté a las 5:30
-usualmente sólo lunes y martes me levanto a esa hora-, me dirigí
bastante temprano a la universidad evangélica en la que recibiría
el curso sobre manejo de la agenda. No encontré un bus que me
llevara hasta el comercial más cercano a la universidad y me tocó
caminar como ocho o diez calles. Cuando estaba a cuatro o cinco
calles de distancia de la universidad una compañera del banco pasó
en su automovil y me llevó el último tramo. El curso estuvo mal,
una gran parte de las diapositivas incluso estaban sin traducir -de
inglés a español-. Fueron un montón de conceptos presentados
superficialmente. La misma compañera me dió aventón de regreso a
la oficina.
Almorcé con el compañero del BMW -que
ahora ya no lleva automóvil al trabajo- y al inicio de la tarde mi
jefa nos asignó las tareas para el mes. Además debemos presentar
algo de mejora en la próxima reunión -que era hoy pero la pasó
para mañana temprano. Retorné a mi casa en Transmetro. Pasé a mi
habitacion a preparar té y fuí a la casa de mis peques a dejarle la
cámara -con tres pares de baterías y la memoria de 1 GB vacía- a
mi hija mayor. Además de Getting Things Done he empezado -ya
terminé realmente- Whale Done, que había tenido por muchos años en
mi computadora pero no me había llamado la atención completarlo.
El jueves me fuí a almorzar sólo al
lugar a donde iba anteriormente los miercoles y jueves. Pollo frito.
Estuve la mayor parte del día preparando la presentación que me
tocaba mostrar este día y al final del día esperé a la compañera
de mi jefa, quien pasó a dejarme cerca de mi casa. Mi hija me
había llamado la noche anterior para pedirme prestada una bolsa de
dormir, por lo que fuí a dejarsela antes de cenar.
El viernes mi hija me envió un mensaje
super temprano comentándome que el bus aún no había iniciado el
viaje. Luego, durante la mañana, me estuvo actualizando en un par
de ocasiones sobre el avance del bus. La llamé luego un par de
veces, al final no hicieron el viaje directamente hasta Petén sino
pernoctaron en un lugar de Izabal. Por la mañana me reuní con Di
para recibir los documentos que llevaba en proceso y ahora debo
continuar yo. A pesar de que los viernes usualmente no almuerzo, ese
día salí a almorzar con el compañero del BMW. En la tarde me
reuní con Champ para recibir algunos documentos que había estado
trabajando ella el año pasado. En la noche esperé a la compañera
de mi jefa y pasé a comprar una torta al comedor que está cerca de
la casa del voluntario que vive en la misma colonia. Vine a cenar a
mi casita y luego salí a poner un poco de ropa en remojo.
El sábado me levanté como a las 7:30,
a lavar las camisas y pantalones que había dejado en remojo. Un
poco después de las 9:00 me dirigí al círculo de lectura. Que
inició super tarde pues no había llegado ninguno de los dirigentes.
Estuvimos comentando nuevamente el libro El Extranjero, muchos de
los asistentes eran nuevos pero la participación no estuvo tan buena
como la reunión pasada. Además, uno de los asistentes pronunció
un discurso bien interesante -pero sin ningúna conexión con el
tema-. Después de la reunión acompañé a mi amiga al local de
pizza que está adjunto al museo pues debía llevar el almuerzo a su
casa. Mi amiga me prestó un libro de Alejandro Jorodowski: El dedo
y la luna. Contiene algunos Koans y Haikus y la interpretación -de
Jorodowski- de los mismos.
Después de despedirme de mi amiga me
dirigí al comercial de la sexta en donde debía reunirme con mi
grupo de visita. No almorcé pues era tarde, solo compré un helado
de Mc Donald's. La visita estuvo bien. Con otros dos compañeros
nos quedamos en la sala de Oncología Pediátrica y estuve jugando
Monopoly con dos niños y haciendo un poco de origami para otro par
de niños. Después de la visita -la retroalimentaciń es muuuuy
larga en este grupo- no me dieron ánimos de reunirme con el
dirigente máximo del grupo de lectura, como habíamos quedado. Lo
llamé disculpándome y me vine a mi casita. Compré un asado en el
lugar que queda a un par de calles de mi casa y vine a cenar y a leer
un poco.
El domingo estuvo bien diferente. Como
a las siete se apareció el dueño de la casa a cobrar el alquiler
mensual. Como no tenía efectivo le indiqué que se lo depositaría
en el banco. Mi hija mayor le había comentado a su madre que
vendría hasta la noche de su excursión. El desayuno estuvo bien
-cereal con leche y huevos con salchica y frijol- y luego de lavar
los trastos venimos con mi hija segunda y mi pequeño a mi
habitación. Estuvieron armando un par de cubos de Rubik,
resolviendo un par de ejercicios de ajedrez de dos movimientos y les
dí veinte minutos en las computadoras para que jugaran. Luego nos
fuímos al centro a ver si podíamos entrar al museo del Palacio de
la Cultura. Resultó que ahora ya no hay visitas los domingos.
Compramos una pizza en el centro y
venimos a almorzar a la universidad. Luego pasamos un rato a la
biblioteca. Retornamos a mi habitación y mis peques me ayudaro a
lavar los poquitos trastos que había en la pila. Luego jugaron
otros quince minutos de computadora. Para terminar el día vimos el
inicio de Spiderwick. A las 6:30 los fuí a dejar a su casa. Como a
las 7:30 mi ex esposa me llamó por teléfono para ver si podía
contactar por facebook a un profesor de mi hija mayor. Le escribí
un mensaje pero no recibí contestación. Como a las 10:00 el
profesor me respondió diciendo que habían llegado a traer a mi hija
mayor mi ex esposa y mis chicos pequeños.
Ayer me levanté a las cinco y media.
Como había dejado salami, aguacate y tomates preparados el día
anterior me levanté a preparar unos panitos -tres-. En la mañana
no me dió mucha hambre por lo que le regalé el pan que usualmente
me como a media mañana al compañero del BMW. Al mediodía fuí a
comer al parque de costumbre y a leer un poco de El dedo y la Luna.
Sentí un poco pesado el día porque me tocó que revisar un montón
de documentos que Champ me había entregado el viernes.
Salí tarde. Un poco después de las
siete. La compañera de mi jefa me dió aventón a mi colonia y vine
a cenar, té y pan tostado. Terminé la presentación que he estado
preparando sobre Getting Things Done y estuve leyendo un poco de El
Gran Gatsby -el siguiente libro del Círculo de Lectura- y El
Cementerio de Praga. Me dormí un poco después de la media noche.
Hoy me levanté a las 5:30 y preparé
zanahoria, aguacate y tomate para preparar la sopa del mediodía. La
semana pasada le había comentado a mi jefa que ya habían pasado más
de dos meses desde que me tomaron medidas para el uniforme y aún no
había recibido nada. Quedó en que me iba a averiguar. Este día
le pregunté al compañero Ant -tiene bastante tiempo en el área-
sobre el departamento de uniformes y le escribí un correo a la
persona que me indicó. En la mañana estuve adejuntando algunos
comentarios de otra área a varios documentos que serán revisados
esta semana y al mediodía salí con mi sopa al parquecito. Por la
tarde continué con los documentos y a media mañana me dirigí al
área de uniformes. Los sacos que me probé me quedaron demasiado
largos de mangas. Me dieron dos camisas manga larga, una camisa
polo, una camisa manga corta, dos pantalones -uno casual- y una
corbata. Aún me deben el saco y un sueter. Al menos ya tengo para
los viernes con lo que baja a cuatro el número de días a usar saco
en la semana.
Luego de recibir el uniforme continué
con lo que llevaba entre manos. Un poco antes de las ocho la
compañera de mi jefa me anunció que se retiraba y me vine con ella.
Pasé a comprar panito tostado. Acabo de cenar y espero leer un
poco de El Cementerio de Praga, otro poco de El Gran Gatsby y no
dormirme muy tarde. Mañana tengo una presentación -doble- a las
8:30 y luego otra a las 5:00 PM. Se supone que a las 7:00 me reuniré
con el dirigente máximo del círculo de lectura para afinar detalles
sobre el plan de continuidad del círculo. A ver como va eso.