Este concepto urbanístico -al parecer- fue propuesto por un urbanista francés de origen colombiano (o colombiano radicado en Francia): que todos los servicios y destinos dentro de una ciudad no estén a más de quince minutos en un trayecto a pie o en bicicleta, de forma que se minimice el uso cotidiano del automóvil.
Y me parece grandiosa… de hecho de mis tres estadías en el imperio del norte únicamente en la primera conduje diariamente automóvil; en las otras dos nomás me moví en el transporte público y mayoritariamente en bicicleta… eso evitó -creo- que regresara con el doble de mi peso corporal; como le pasa a la mayor parte de mis compatriotas en esos lugares.
Pero, también, el mismo concepto ha sido propuesto in extremis como una forma de control social por medio del cual las clases dominantes -de Soros para abajo- buscan contener a la población en reducidos espacios que recuerdan a los getos judíos de Europa o a los famosos gulags soviéticos… en fin.
Y no sabía nada de esto hasta que hace un par de días uno de mis amigos de mi antiguo grupo de voluntariado me lo mencionó en una conversación de whatsapp… nuestro diálogo era para reprogramar una reunión para compartir un café pues su esposa ha estado padeciendo ciertas molestias de salud -que me recuerdan mucho a las de Rb- y que él atribuye a haber recibido la vacuna de la última pandemia.
La conversación avanzó de los síntomas que ha estado presentando su esposa, a los efectos adversos de las vacunas, a los recientes accidentes industriales en el imperio del norte, y finalmente a un comentario sobre las ciudades de quince minutos… aún debo mejorar mi comunicación con los creyentes.
Del lado del puerto del pacífico donde viven mis papás: me ha parecido extraño que luego del último requerimiento de dinero para continuar con la construcción la última semana de enero -y salvo por el saludo para mi cumpleaños la primera semana de febrero- no me han vuelto a contactar; siento que en enero el dinero requerido había sido bastante pero también me parece raro llegar al último día de febrero sin desembolsos en este rubro.
En el plano laboral no ha cambiado mucho la situación… sigo formándome en código para la automatización de las funciones que realizo, como parte de una estrategia de nuestra área para ir paulatinamente dejando las funciones manuales; por otro lado, luego de más de un año, volví a hacer un poco de freelance.
Aunque en esta ocasión no se trató de tareas relacionadas con los libros de texto sino de una página a la que me había suscrito hace más de ocho años; creo que fue cuando empecé en este trabajo que noté que varios de mis compañeros tenían cuenta en este sitio y decidí darme de alta.
Por la misma naturaleza del sitio; se trata de tareas a realizar en la computadora o el celular pero por ser de alcance mundial es muy difícil participar si no se tiene una presencia contínua en línea; nunca había trabajado con ellos: en dos o tres ocasiones me habían contactado y cuando probaba confirmar las posiciones ya habían sido completadas o las condiciones no se adecuaban a mi disponibilidad.
Hace un par de semanas me enviaron un proyecto y por fin pude completar algunas horas de trabajo: el pago es en tarjetas de Amazon y por las nueve horas me retribuyeron como setenta dólares; al final utilizaré este crédito para comprar unos audífonos con bloqueo de ruido exterior y aprovecharé que la mejor amiga de Rb viene del imperio del norte en Junio para traerlos al país.
Además las últimas dos semanas han estado bastante diferentes: hace un par de semanas Rb recibió en su casa a un huésped de Colombia que venía a realizar ciertos trabajos para el grupo en el cual ambos laboran; utilizó un taxi para recogerlo en el aeropuerto hace dos viernes pero el sábado tuvimos que llevarlo al otro lado de la ciudad a las 3 de la madrugada pues debía viajar a un departamento del interior.
Esa misma semana Rb fue por primera vez con un neumólogo que la remitió con laboratorios de radiografía y sangre y una alergóloga; la semana siguiente fue nuevamente con el neumólogo y por primera vez con una alergóloga de la misma clínica, y el día de mañana debe someterse a una serie de pruebas para determinar si alguno de los alimentos habituales está produciendo una reacción alérgica en sus sistemas respiratorio/gástrico.
Saliendo de su consulta con la alergóloga Rb encontró a su huésped en el centro histórico -allí es donde está la clínica- y ese día pernoctó acá; al día siguiente estuvo una parte de la mañana en casa y al mediodía acudió a una reunión laboral; por la tarde el mismo taxi de la semana anterior lo llevó a una iglesia a otro de los extremos de la ciudad, a donde tuvimos que ir por él casi a medianoche.
Al día siguiente -sábado- lo llevamos al aeropuerto a las cinco de la mañana… espero que no se repita pronto la experiencia de recibir huéspedes porque es realmente agotador; y a pesar que la relación con él fue bastante urbana -casualmente trabaja en funciones similares a las mías (aunque con veinte años menos)- no creo que tenga tanta tolerancia con otras personas.
La reunión que tenía programada justo a la mitad de este mes con el primero de mis ahijados profesionales se llevó a cabo sin tantos contratiempos; salí de trabajar cinco minutos antes de mi hora habitual y lo encontré a la hora indicada en el McCafé de un centro comercial bastante accesible.
Creo que por el momento es mi único conocido que practica el Islam pero creo que la versió local es bastante liberal -ni siquiera sé si es la rama Sunni o Chií-; nos tomamos un café y conversamos un poco de todo: está estudiando ahora psicología y tras ser despedido luego de veinte años en la empresa en la que laboro ahora tiene un emprendimiento comercial de ropa típica local.
Un poco después de las siete nos despedimos y retorné a mi casita; aunque en el camino pasé a un par de agencias bancarias y a una tienda de veinticuatro horas para verificar si una parte de las tareas que estaba realizando con el freelance podía ser completada; no se pudo.
Hace dos sábados almorcé con mi hijo menor; como había tenido la imprudencia de preguntarle a mi hija mayor sobre el significado de uñas pintadas de negro en chicos de veinte años mejor le pregunté directamente; su respuesta fue que nomás es una fashion decision; luego ví en un foro de internet que se les llama e-boys; y luego también leí a una feminista quejándose porque hacerlo es una forma de apoyo pero no suficiente… en fin.
Con mi hijo estuvimos reunidos hasta las 5:00 y luego me dirigí a un Mc Café al inicio del periférico en donde me reuní con mi amigo más antiguo de mi anterior voluntariado; con él estuvimos un par de horas durante las cuales empecé a enseñarle a armar el cubo de rubik de 3x3.
También ese mismo sábado -y antes de recibir la clase semanal de lengua de señas- me había dirigido a la agencia más cercana del banco local más grande para regularizar la situación de la cuenta con la cual le transfiero dinero a mis papás: por alguna razón -y luego de 10 años- se habían dado cuenta que mi documento de identificación registrado era aún el anterior.
Afortunadamente la persona a cargo de servicio al cliente -y contrario a la opinión general en redes sociales sobre esta empresa- fue bastante eficiente y luego de media hora o así ya había iniciado la transacción… media hora después ya podía realizar depósitos en la cuenta; lo que fue providencial pues a mediados de la siguiente semana el amigo con el que me reuní el sábado me contactó para pedirme un pequeño préstamo.
Lo que me hizo preguntarme si realmente estoy administrando bien mis finanzas: además de mis hijos, que con cierta frecuencia solicitan mi apoyo financiero; y mis primas, cuando tienen alguna dificultad también este amigo me ha contactado últimamente por la misma razón; pero, creo que está todo bien, estos préstamos son de 15 o 20 dólares y el acuerdo interno que tengo es cortar cualquier flujo financiero de no haber retribución.
El sábado pasado almorcé con mi hija mayor; afortunadamente (?) su situación emocional está un poco mejor -o seo creo-; al menos no hubo llanto en ningún momento de la tarde; pero todo es relativo; almorzamos en un restaurante -incluyendo pastel y café- y luego pasamos un tiempo en su habitación.
Al parecer al inicio de año intentó ingresar en una academia local de moda/costura pero el exámen no fue como se lo habían dicho y no superó la prueba; me contó todo el episodio y la verdad qué duro ser joven y andar en búsqueda de una vía académica/profesional; volví a ofrecerle mi soporte financiero en caso quisiera explorar alguna alternativa.
Para el mismo día había intentado programar la repetición, luego de la visita con mi progenie, del café con alguno de mis amigos de mi antiguo voluntariado, pero no se pudo: con el psicólogo con quien desayuné el segundo sábado del año no pude ponerme de acuerdo y el amigo de las conspiraciones debía cuidar a su esposa enferma.
Ayer terminé de leer Esperando el Diluvio al final no es tan novela negra como Carmen Mola pero Dolores Redondo hilvana las historias de forma bastante interesante; estoy por iniciar Una Historia Insólita de la Neurología; creo que esta semana terminaré a flicker in the dark y quizá la siguiente How not to be Wrong; aún estoy en los inicios de The Inmates are running the Asylum y apenas voy avanzando en TA Today; aunque de este último estoy tratando de realizar los ejercicios indicados en el texto.
En un par de días planeo reunirme con un primo a quien no he visto por tres o cuatro años y estoy planeando ir a visitar a un tío en común -son vecinos- dentro de dos domingos: su hija mayor me contactó ayer para contarme que estaba pasando por una cirugía…
Y a ver cómo va eso…