domingo, 31 de julio de 2022

Libros a medias… half read books… livres inachevés…

Creo que es parte del orgullo de sentirse “buen lector” o “lector serio” el no dejar un libro a medias… o se trata más de una autopercibirse como alguien que no deja na tarea a medias… o sea, terminar correctamente lo que se ha iniciado.

El problema con leer –y no tener dinero- es que mucho del material debe consequirse, al menos en principio, a expensas de otros: o te prestan los libros o encuentras la forma de conseguirlos de alguna otra manera…

En la localidad donde crecí no había nada parecido a una biblioteca… o al menos no lo había hasta que casi estaba terminando mi educación primaria… pero para ese tiempo ya tenía en mi casa incluso mejor material que el par de bibliotecas locales –una era parroquial-.

Aunque nunca tuvimos en casa El Gran Tesoro de la Juventud… mi padre se encargó de proveernos con varias colecciones de ciencia y técnica… diccionarios, incluso bastante material para el auto-aprendizaje de inglés… creo que así fue como comencé a interesarme en el idioma.

Cuando estaba alrededor de la mitad de la escuela primaria la hermana menor de mi madre –ella estaba en la mitad de la veintena, creo- llegó a pasar algunos meses a casa y me inició en el consumo de Selecciones del Reader’s Digest, con tan buen éxito que hasta hace pocos años me he estado dando cuenta de que además de ser una alabanza al imperio del norte muchos de los artículos eran simplemente publicidad… en fin.

Pero creo que el primer libro que dejé a medias… o al menos del cual puedo recordar claramente que lo dejé a medias fue Cristo en las cárceles comunistas –o algo así- y sí, era mi época de creyente y ya alguien me había hablado sobre las atrocidades que contaba el libro –ahora aún espero leer algo similar de Guantánamo o del estado ilegítimo de medio oriente-…

Y no lo dejé a medias porque no me interesara; acompañé a una hermana de mi padre al caserío en el cuál había sido maestra por un par de años y estaba dejando irrevocablemente y nos hospedamos en la casa de los ministros de la iglesia local.

Creo que me dejaron durmiendo en la sala de la casa y en una de las estantería estaba el citado libro; empecé a leerlo pero cuando lo llevaba como a la mitad o así el señor se levantó a revisar que todas las luces estuvieran apagadas –creo- y fingí estar durmiendo cuando se acercó a apagar la luz de la sala…

En el primero –o segundo- de mis viajes a PDX empecé a leer un libro muy chicano ‘Transportes Gonzáles e hija’ o algo así… la historia estaba contada, creo, en primera persona por una residente de la cárcel de Tijuana y con el pretexto de un club de lectura contaba su historia mientras fingía leer cualquier libro.

Recuerdo que lo había dejado a medias pero lo terminé en mi siguiente –o siguiente- viaje… el libro se encontraba en la biblioteca del condado y era uno de los lugares en donde pasaba la mayor parte de mis fines de semana; o sea, dejé el libro a medias pero pude terminarlo uno o dos años después.

Y luego está Bangkok Tatoo… este libro estaba en otro de los lugares en donde pasaba bastante tiempo –algunas horas entre semana y varias el fin de semana-: donde aprendí a desarmar y rearmar computadoras y un poco de Linux.

Creo que no había leído mucho inglés por esa época… o al menos no libros no técnicos; leí algunas páginas y no recuerdo la razón por la que no lo continué… no estoy seguro si en parte fue porque por esa época estaba tratando de empaparme de Budismo Zen y en el libro el budismo se presentaba de una forma bastante diferente a la que estaba aprendiendo en el templo al cual asistía.

La cuestión es que leí dos o tres páginas del libro –recuerdo que lo encontré bastante confuso- pero siempre me quedé con la impresión de que debía completarlo… lo he buscado varias veces en internet pero incluso en papel era difícil compartirlo.

Hasta que empecé a conseguir libros en formato epub y encontré una biblioteca digital bastante completa: bajé el libro hace un par de semanas y empecé a leerlo hace dos o tres día –ya lo llevo por la mitad- y debo decir que no me ha decepcionado… de hecho estoy considerando leer su precuela: Bangkok 8.

Y a pesar de que aún me cuesta dejar libros a medias –con excepción de La Rebelión de Atlás… ese sí que literalmente lo tiré a la pared y luego lo devolví a la biblioteca de mi vieja universidad cuando lo llevaba como a la mitad: no libertarian appeal- de vez en cuando me encuentro aún con libros que se me caen de las manos –y que finalmente ya no completo-.

Split Tooth estoy casi por terminarlo, a pesar que había estado dudando de continuar con él… llevo a medias L’Évasion de Kamo y acabo de empezar a leer Los Ritos del Agua –el segundo de la Serie de la Ciudad Blanca-… tengo a medias Spam, aunque avanzo algunas páginas de vez en cuando y aunque también considero Periodic tales como ‘in progress’ tengo varias semanas de no avanzar en el mismo.


El Covid no me tardó más de una semana, de hecho había considerado ir a ver a mis hijos ayer pero justo el lunes –o martes- Rb empezó con molestias y pensé que era más prudente escribirles y proponerles que nos viéramos el siguiente sábado… no le hizo un gran favor a mi estado de ánimo general pero ni modo, es como es.

Les escribí el martes o miércoles y nomás mi hija mayor me respondió en el grupo de Whatsapp –según la aplicación ese mismo día mi hijo menor leyó el mensaje- y luego silencio total… hasta ayer por la tarde que mi hija mayor me llamó para interesarse por mi estado de salud… no se si sentirme orgulloso por que actúan en una forma bastante parecida a la mía.

Lo bueno es que, en mi caso, no hubo muchas complicaciones con esta variante del virus… o sea, un par de días sí estuvo bastante molesto: fiebre, dolor de cuerpo, cansancio general; pero en el caso de Rb –quizá por sus afecciones ‘normales’- le ha costado un poco más superarlo… igual nada realmente serio.

La semana pasada me escribieron –otra vez- de la universidad española para confirmar –otra vez- la dirección a la cual deben enviar el diploma del master en Ciberseguridad que completé hace casi dos años… al parecer ahora sí lo enviarán.

Esta semana, como cosa rara, en el grupo de la liga de Duolingo que me asignaron no se pusieron intensos… creo que desde el segundo día logré mantenerme en el primer lugar –aunque trato de que no me manipulen- y al parecer –luego de muchas semanas- volveré a estar en el primer lugar… aún me falta completar las unidades 8, 9 y 10 con el nivel 4.

Hace dos días tuve el último de los días  de vacaciones que había programado en muchos años… no espero volver a ausentarme del trabajo en mucho tiempo, aunque la verdad no ha sido tan desagradable desconectarme durante unas horas del mismo.

La verdad es que ha estado bastante raro el tema laboral; después de mi contratación ingresaron otros dos o tres analistas –uno de ellos parece que ya había estado trabajando en esta posición y regresó luego de unos meses fuera de la empresa- pero yo sigo trabajando al lado del analista más antiguo… espero que mejore mi nivel de involucramiento en el trabajo pero me cuesta ver cómo puedo hacer.

Y ya no pude entrar al sitio en el cual conseguía las preguntas parecidas a las del examen de certificación que planeo tomar en un par de semanas… aunque creo que había logrado pasar en limpio el 75 u 80% de las mismas no sé si será suficiente para obtener el mínimo.

Y a ver cómo va eso…

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