El sábado había decidido visitar con un grupo diferente -ni con el oficial ni con el que visito usualmente-. Quería devolver El Inquisidor. Me levanté bastante temprano y me dirigí al McDonald's que queda cerca del asilo de ancianas más caro de la ciudad.
La visita estuvo bien. Devolví el libro y volví a estar como un ahora con la anciana negra con la que usualmente llego a conversar a este lugar. Después de la visita fue el problema. Estabamos realizando la retroalimentación de la visita en la parte trasera de McDonalds -había una buena sombra en el portón de una casa- cuando un par de tipos se bajaron de un automovil, uno de ellos cargó una bala en la recámara de su escuadra y empezó a quitarnos los teléfonos -yo estaba jugando pac man en el Iphone 5 de la encargada del grupo-.
Total que hasta allí llegó la retroalimentación. La mayoría de jovenes empezó a llamar a sus casas para avisar lo que había pasado y la mamá de la encargada del grupo llegó a traerla. Uno de los voluntarios me dió aventón en su motocicleta hasta una estación del transmetro y allí lo abordé. Hasta la universidad.
En la tarde visité por primera vez un hospital psiquiátrico de la misma zona en la que vivo. Llegamos solamente seis voluntarios. El lugar es bastante bonito, supuestamente es propiedad de un psiquiatra. Muchos de los pacientes están allí por adicciones a estupefacientes. Incluso estuve conversando con la enfermera en jefe sobre la historia clínica de un par de pacientes.
Luego de la visita regresé caminando a la universidad. Me costó como media hora caminar entre una multitud para avanzar un par de calles, pues desde la universidad empezaban a salir las carrozas del desfile navideño que organiza uno de los grandes bancos del país. Compré un hot dog y unas galletas y esperé allí a un par de integrantes de mi grupo de los sábados por la noche. Estuvimos viendo el desfile hasta que terminaron de salir las carrozas -ocho o seis- y luego nos fuimos a la casa de una de las líderes de este grupo.
En esta casa estuvimos viendo un poco de videos musicales, luego cenamos tamal y chocolate y celebramos -otra vez- el cumpleaños de uno de los miembros del grupo -el que llegó tardísimo el sábado pasado-. Un poco antes de la medianoche nos retiramos de este lugar y con el voluntario que vive en la misma colonia fuimos a dejar a otro par de voluntarios a una colonia casi al final de la Avenida Petapa. Un poco antes de medianoche ingresé a mi habitación. Me dormí viendo Unknown.
Este día me levanté temprano -ocho de la mañana- pues tenía que lavar mis camisas de la semana. Como a las 9:00 ya había lavado y tendido la ropa y me puse a ver un poco de Unknown. Como a las 9:20 me llamó mi hija segunda para pedirme que los pasara a traer con cinco minutos de retraso. Como no había ordenado mi habitación me levanté a barrer y arreglar un poco y como a las 10 menos veinte fui por mis peques.
Estuvimos en mi habitación refaccionando -plátanos y bananos- y viendo un par de videos que había bajado entre semana. Les presenté la computadora y les comenté que faltaba para que se las entregara. Al mediodía salimos a comprar los ingredientes para preparar burritos y un poco después de mediodía nos fuimos al IRTRA. Lo primero que hicimos en el IRTRA fue buscar un lugar para almorzar. Lo que estuvo un poco difíficl pues el parque estaba atestado de visitantes. Al final encontramos un pequeño lugar con sombra a un costado de las mesas de picnic.
Compramos un pasaporte de doce juegos y fuimos a conocer la nueva atracción del parque: Mi Barrio. Mis chicos se subieron a tres juegos cada uno y nos retiramos del lugar un poco antes de las seis. Pasamos a mi habitación por sus sueters y los diarios y los fuí a dejar a su casa como a las 6:30, pasé a la panadería a comprar pan tostado pero no había. Planeo ver otra vez Unknown -o al menos una parte- y no dormirme muy tarde para empezar una buena semana en el trabajo.
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