Hace casi dos años que no realizo una revisión de mi Koan. Y creo que estoy -casi- en la misma situación que la última vez.
La vez anterior -era febrero 2010- estaba iniciando el entrenamiento de Fábrica de Sonrisas, planteándome estudiar una maestría y buscar alguna actividad constante para las tardes de los sábados.
Casi dos años después estoy por completar el año de labores en el mismo lugar -estuve nueve meses fuera por una reorganización-. Me he mantenido constante en las visitas de mi voluntariado, de hecho así resolví las tardes de los sábados, casi desde el principio he visitado por la mañana y por la tarde de ese día. Tenía el firme propósito de entrar en el área de Project Management. Empecé a asistir a un curso en la universidad más cara de por acá pero lo cancelaron por falta de asistentes.
En febrero de 2010 no pensaba en cambiarme de trabajo, quería, eso sí, prepararme de una mejor manera. El año pasado estuvo complicado el tema. En febrero me despidieron de este lugar -cambio de razón comercial-, busqué trabajo como tres mese y medio. Inicié en el gobierno -tres días- y me pasé a un banco, en donde estuve cinco meses. Me llamaron de vuelta a la nueva empresa pero en un área diferente.
Hace un mes que vino -nuevamente- el ejecutivo que se encarga de nuestra área -baja de Washington cada dos o tres meses- nos confirmó que el último día de este año liquidarán a todas las personas para empezar el primer día del 2013 con la nueva razón social. Me han dado ganas de cambiarme de empleo, no solo por eso sino por la estructura que se maneja en mi área.
Hace un par de semanas fui a una entrevista que me había conseguido mi ex jefa de acá. No prosperó el proceso porque mis aspiraciones salariales eran muy superiores a lo que estaban ofreciendo. Hace unos meses me reencontré al Jefe de Recursos Humanos de la empresa en la que realicé mi tesis, quedamos en que nos reuniríamos para ponernos al día. Lo he visto en dos o tres ocasiones en los últimos cuatro años. No hemos podido ponernos de acuerdo. Lo llamé el día de ayer pero estaba en una reunión.
El día que traje a mis chicos a la oficina insistieron en que bajáramos por las gradas -son diecinueve pisos- cuando nos retiramos del edificio. La semana pasada -o la anterior- había escuchado que el maestro de ajedrez de la oficina estaba subiendo por las gradas en lugar de tomar el ascensor. Desde la semana pasada he estado tratando de no utilizar tampoco el ascensor. Son casi cuatrocientos gradas y, por mi trabajo sedentario, el corazón y los pulmones se han quejado. Espero que se acostumbren.
Mi hija mayor ha estado teniendo pesadillas. Creo que no son recientes pero me preocupé un poco cuando mis peques me comentaron que algunos días le costaba levantarse -puede ser la adolescencia también-. He estado leyendo un poco al respecto y consulté con un par de psicólogas de mi voluntariado -abundan-. Planeo empezar a practicar Zazen -meditación zen- con mis chicos al menos 10 minutos o así por domingo. Espero que eso nos ayude a todos a llevar la vida con mas calma. No hay respuesta para el Koan, o al menos ya no la busco. Talvez la respuesta es no dejar de buscarla.
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