lunes, 12 de noviembre de 2012

Lunes, asalto -otra vez- casi...


Hoy me costó levantarme.  Se está convirtiendo en la historia de mi vida.  A pesar de todo llegué a las 7:58 a mi oficina.  Me llevé un billete de 20 para el almuerzo -usualmente los lunes compro una pizza personal- y olvidé llevar monedas para comprar el pan con el que desayuno usualmente.  Aprovechando -y debido a que durante el fin de semana como de más y a que he sobrepasado completamente mi presupuesto mensual- decidí no comer un par de días.  En la mañana estuve trabajando con la única programadora de la oficina pues la asignaron para que me apoye en el desarrolo de unas pruebas.  Al mediodía preparé la avena que había llevado y bajé a almorzar al segundo nivel.  Continúo leyendo Wolf Brother.

Luego del almuerzo continué con la misma actividad.  En la oficina están nuevamente los supervisores de Tecnología de las oficinas de Latinoamérica que atendemos por lo que el ambiente está bastante formal.  Había planeado salír un poco después de las seis, ya que la asignación actual está bastante pesadita pero un poco antes de las cinco y media mi jefa me indicó por Skype que debía retirarme a mi hora.  Mis chicos me habían llamado avisándome que no habían podido instalar un par de juegos para pc que les grabé en la memoria el día anterior y había llamado a mi ex esposa para ver si podía pasar esta noche a ver la computadora.

Cuando estaba a un par de cuadras de mi casa una moto se detuvo justo en la intersección de la calle con la avenida -venía yo sobre la calle y la moto sobre la avenida-.  Venía el motorista con un pasajero y me pareció amable que me diera tiempo de pasar.  Como a media cuadra colocaron la moto a mi lado y el conductor me indicó que les diera -sin hacer relajo- mi celular.  Otra vez no supe como reaccionar, tranquilamente saqué mi celular del bolsillo del pantalón y se lo entregué al pasajero de la motocicleta.  No se como el conductor se dió cuenta que mi celular era de los baratos y le indicó al acompañante que me lo devolviera -devolvele esa su m$#&**&-.  Me indicó que me quedara tranquilo y se fueron.  Intenté ver la placa -simple curiosidad- y me di cuenta que no cargaba.

Vine a mi habitación a tratar de bajar un emulador para los juegos que le dí a mis peques y un poco después de las 8:00 me dirigí a su casa.  Estuve un poco menos de una hora tratando de instalarles otros juegos -no pude instalar el emulador- y luego retorné a mi habitación.  Espero no dormirme muy tarde pues esta semana se ve bastante cargadita.  Las personas de IT de las oficinas que atendemos estarán hasta media semana y la programadora que me está apoyando con las pruebas descansa Jueves y Viernes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario