lunes, 19 de noviembre de 2012

Lunes, again and again?


Este lunes me recordó los últimos pasados en el Banco el año pasado.  Estuve solo como cinco meses y medio en el banco pero fue otro en la serie de lugares en los que me costaba un mundo levantarme para ir a trabajar.  No está aún así en mi lugar actual, pero algunos días realmente se me hace cuesta arriba acabar el día.  Y no es que haya exceso de trabajo -que lo hay-, es la frustración de estar bajo la supervisión de alguien a quien realmente no respeto, ni como profesional ni como persona.  Creo que tengo mucho que mejorar aún.

La expectativa para este día era enviarle un mensaje a un contacto con quien había conversado el jueves por la noche.  Ese día envié un curriculum a un ingenio del país en el que están buscando a alguien para que le dé seguimiento a su Sistema de Calidad.  Envié mi curriculum y aprovechando que encontré a esta persona en Facebook y que me conmentó que conoce al Gerente de Calidad de este lugar, le pedí que me recomendara.  Quedamos en que este día le enviaría un mensaje de texto recordándole de la referencia.

Salí a almorzar a la una de la tarde -avena-.  Y por la tarde tomé el helado que había dejado el viernes el compañero A en el refrigerador.  Una parte de la tarde la pasé probando una funcionalidad bastante extensa y el resto en una reunión en donde mi supervisora favorita nos explicó -junto con mi jefa- lo que se espera de otra funcionalidad un poco más extendida.  Había planeado retirarme a las 5:30 -y pasar a ver si ya estaba el diploma de participación en la competencia de Rubik- pero finalmente salí casi a las 18:00.  Me vine directamente a mi casita, deteniéndome únicamente para comprar un cd pues aún no he logrado formatear el disco duro de la máquina que le daré a mis peques.  Al menos esta semana está corta:  Jueves y viernes los pedí como vacaciones por el cumpleaños de mi hija mayor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario