domingo, 9 de diciembre de 2012

Domingo, internet y buda...


Entré a mi habitación un poco después de la una y media. Aún puse un capítulo de Homeland en mi computadora pero la programé para que se apagara cuarenta minutos más tarde. Me dormí, estimo, un poco antes de las dos de la mañana. Dejé el reloj para que sonara a las ocho y media.

Un poco después de las ocho me desperté y salí a lavar un poco de ropa. También ordené mi habitación y a las nueve y media fuí por mis chicos. Este día tocaba, según nuestro calendario la hora mensual de internet. Estuvimos armando cubos de rubik, leyendo y un poco antes de las once de la mañana fuímos al mercado para comprar la refacción -melón- y algunos ingredientes para complementar el almuerzo.
Antes de salir meditamos cinco minutos.

Parte de la mañana la pasamos viendo un capítulo de Phineas and Ferb en inglés y un par de videos sobre tecnología que les había conseguido a mis chicos. Refaccionamos en el patio de mi casa, mis chicos leyendo y yo aproveché para preparar una ensalada de tomates y pepino. Un poco después del mediodía nos dirigimos a almorzar a la universidad.

Usualmente los domingos que toca internet primero pasamos al cibercafé y luego vamos a comprar al restaurante chino de costumbre para finalizar en los campos de la universidad para almorzar. En esta ocasión como consideré que ya era muy tarde, nos dirigimos directamente al restaurante de comida china, fuimos a almorzar a los campos de la universidad y luego pasamos al café internet para que mis chicos tuvieran su hora -realmente hora y cuarto- mensual.

Después retornamos a la universidad -está a la par- y conseguimos hojas para hacer origami. Mi hija segunda nos enseñó uno de las últimas figuras que aprendió: Un Buda sentado. Después de terminar el origami retornamos a mi habitación. Mis chicos me ayudaron con los trastos del día y luego vimos veinte minutos de Percy Jackson y el Ladrón del Trueno. A las seis los fuí a dejar a su casa.

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