sábado, 1 de diciembre de 2012

Viernes... el fin de noviembre


El viernes me levanté temprano. Tenía la idea de entrar a mi oficina a las siete pues usualmente ese es el día y hora en el que nos reunimos semanalmente con mi jefa. Aunque no me había comentado nada de reuniones el día anterior, creí conveniente llegar a las siete por si acaso. Cuando iba como a medio camino a mi trabajo recordé que mi jefa me había comentado algo de que planeaba tomarse el viernes de vacaciones. En todo caso caminé mas despacio. Entre a mi oficina como a las 7:10.

Como el día anterior mi jefa había tenido un connato de llamarme la atención por no haber hecho a primera hora una tarea que me había asignado el día previo, me dejó un mensaje en Skype para que revisara mi correo. En mi correo encontré un mensaje asignándome una tarea -que ella podía haber hecho perfectamente el día anterior pues yo la había preparado varios días antes- para realizar a primera hora. En teoría antes de las 8:30. A las 7:30 ya había enviado el correo que finalizaba la tarea asignada.

Como a las 9:00 recibí una llamada de mi jefa, comentándome sobre la tarea asignada e indicándome las prioridades del día. Pasé toda la mañana trabajando en lo asignado. Almorcé ensalada de zanahoria y atún y bajé a pasar el 80% de mi cuenta de ahorros actual a la nueva. El día anterior había también enviado un correo a nuestro contador para que los depositos se realicen a partir de este mes en la cuenta de ahorros que acabo de abrir.

Por la tarde iba a continuar con las pruebas que llevaba en proceso pero mi jefa me indicó por Skype que preparara la información necesaria para irme el lunes y el marte de la próxima semana a las oficinas de nuestro cliente local para llevar a cabo las pruebas en sitio con un par de personas proporcionadas por la subsidiaria. Eso será la otra semana. Un poco después del mediodía recibí un mensaje del voluntario que vive en la misma colonia recordándome la cena del viernes. Ofreciéndo también darme algunas facturas. No se como quedaré este año con la declaración.

Salí un poco antes de las seis. Pasé a comprar pan en una panadería que me queda en el camino; estuve en la casa del voluntario hasta un poco antes de las 8:30, entre cena y planes para este domingo. Nos vamos a San Juan El Obispo con mi mejor amiga del voluntariado y mis peques. A las 8:30 retorné a mi habitación. Había planeado dejar ropa en remojo pero al final vine a ver un par de capítulos de la nueva serie que me acaba de pasar el compañero A: Homeland. Me costó luego conciliar el sueño pues el inquilino más antiguo de acá -después de mí- tenía música a un volúmen muy alto. Terminé durmiendome un poco después de medianoche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario