El viernes me levanté temprano. Tenía
la idea de entrar a mi oficina a las siete pues usualmente ese es el
día y hora en el que nos reunimos semanalmente con mi jefa. Aunque
no me había comentado nada de reuniones el día anterior, creí
conveniente llegar a las siete por si acaso. Cuando iba como a medio
camino a mi trabajo recordé que mi jefa me había comentado algo de
que planeaba tomarse el viernes de vacaciones. En todo caso caminé
mas despacio. Entre a mi oficina como a las 7:10.
Como el día anterior mi jefa había
tenido un connato de llamarme la atención por no haber hecho a
primera hora una tarea que me había asignado el día previo, me dejó
un mensaje en Skype para que revisara mi correo. En mi correo
encontré un mensaje asignándome una tarea -que ella podía haber
hecho perfectamente el día anterior pues yo la había preparado
varios días antes- para realizar a primera hora. En teoría antes
de las 8:30. A las 7:30 ya había enviado el correo que finalizaba
la tarea asignada.
Como a las 9:00 recibí una llamada de
mi jefa, comentándome sobre la tarea asignada e indicándome las
prioridades del día. Pasé toda la mañana trabajando en lo
asignado. Almorcé ensalada de zanahoria y atún y bajé a pasar el
80% de mi cuenta de ahorros actual a la nueva. El día anterior
había también enviado un correo a nuestro contador para que los
depositos se realicen a partir de este mes en la cuenta de ahorros
que acabo de abrir.
Por la tarde iba a continuar con las
pruebas que llevaba en proceso pero mi jefa me indicó por Skype que
preparara la información necesaria para irme el lunes y el marte de
la próxima semana a las oficinas de nuestro cliente local para
llevar a cabo las pruebas en sitio con un par de personas
proporcionadas por la subsidiaria. Eso será la otra semana. Un
poco después del mediodía recibí un mensaje del voluntario que
vive en la misma colonia recordándome la cena del viernes.
Ofreciéndo también darme algunas facturas. No se como quedaré
este año con la declaración.
Salí un poco antes de las seis. Pasé
a comprar pan en una panadería que me queda en el camino; estuve en
la casa del voluntario hasta un poco antes de las 8:30, entre cena y
planes para este domingo. Nos vamos a San Juan El Obispo con mi
mejor amiga del voluntariado y mis peques. A las 8:30 retorné a mi
habitación. Había planeado dejar ropa en remojo pero al final vine
a ver un par de capítulos de la nueva serie que me acaba de pasar el
compañero A: Homeland. Me costó luego conciliar el sueño pues el
inquilino más antiguo de acá -después de mí- tenía música a un
volúmen muy alto. Terminé durmiendome un poco después de
medianoche.
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