miércoles, 4 de noviembre de 2009

Media Semana...

Hoy mi Jefe me dió aviso que quedaba reasignado al 100% a mi Función Real.
Es decir, no seguiré apoyando en otra área, la razón: La persona con la que estaba trabajando va bastante atrasado y se acordó que un tercero, que iba avanzado en sus tareas le diera su total apoyo. En conclusión: Vuelvo a lo mío.
Que no he dejado de hacer, pero que tenía bastante descuidado. Hoy por la mañana empecé a meditar utilizando el método Silva, o al menos lo que comprendí del mismo en el libro. Al llegar al zen me había propuesto no seguir buscando en otra parte, aún cuando mi abadesa me sugirió en una ocasión que si tenía dificultades practicando zazen, podía siempre probar con Vispasana u otra de las variantes. Le dije que estaba decidido a persistir en zazen. Y realmente estaba decidido, eso fué hace más de un año. El método Silva me parece bastante parecido al zazen. Al menos probaré durante las siete semanas que prescribe el libro. No he conseguido aún lo que me falta para terminar la fuente que estoy armando en electrónica: Una espiga y una caja plástica con su tapa para montar el circuito. Empecé temprano en mi trabajo, no tan temprano como Lunes, Martes (5:30 y 5:45); empecé hoy a las siete. Avancé un poco en las tareas de la otra área y traté de dar seguimiento a lo que tenía pendiente con los clientes a los cuales doy apoyo. Al mediodía jugué tres partidas de Ajedrez, dos con el Compañero B y una con el Maestro de Ajedrez de la oficina. Con el Compañero B generalmente vamos parejos, le gano algunas y me gana algunas. Aunque sospecho que si fuera más desalmado podría ganarle en más ocasiones. Almaestro de Ajedrez de la oficina sólo una vez le he logrado ganar en las 8 o 10 partidas que hemos jugado. Creo que debo aprender a poner más atención. 'Estar presente' se dice en Zen. Se me ha acabado la Avena y no pasé al proveerme de más: Mañana no tengo desayuno.
En la mañana entregué la alcancía que me había comprometido a llevar a la oficina, con los otros tres compañeros acordamos depositar un quetzal por cada error que cometamos al enviar correos a los clientes. Al final de año planeamos irnos a celebrar con un almuerzo...
Salí tarde de la oficina, alrededor de las siete. Planeo ser un poco más consistente con mis horarios, pero hoy me extendí un poco viendo como el Compañero B resolvía un problema remotamente con un cliente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario