sábado, 21 de noviembre de 2009

Regalos...

Me ha costado siempre dar regalos, darme regalos, darle regalos a los que quiero... Sufro cada vez que viene un cumpleaños y no se que darle a mis peques, no digamos con sobrinos o amigos...

El compañero B cumplió años la semana pasada, tenemos seis meses de conocernos pero ha sido un verdadero mentor en las labores que me ha tocado realizar, explicándome una y otra vez la mejor forma de resolver los eventos que se van dando con nuestro software. Unos días antes de su cumple, se me ocurrió llevarle un pequeño regalo, y había pensado -ya que es profesor en una universidad- regalarle un puntero laser. Al final, terminé comprando una de esas navajas multiusos, con pinzas, destornillador y demás, estilo Mc Giver.

El lunes que viene es el cumpleaños de mi chica mayor. Cuando estuve fuera del país me perdí varios de los cumpleaños de mis peques, lo que hice fué comprarles libros online. Siempre llegaron a tiempo.

El año pasado, que todavía estabamos tratando de re encontrarnos todos -mi ex incluída- no pude compartir el día del cumpleaños de K con ellos, así que le llevé un paquete con: un libro, un pequeño juego electrónico -siempre andaba pidiendome mi cel para jugar- y muchos dulces. Luego, al menor en su cumple le regalé un muñeco de acción -Max Steel, creo- y un libro, y a la mediana, le regalé una Barbie y un libro. Para navidades también les regalé muñecos -creo- y libros. O sea, el libro no es opcional, y es una buena opción tanto para ellos como para mí.

El lunes que viene es el cumpleaños de K, le compré Sandokan, de Emilio Salgari y como no sabía que regalarle, además del libro, consulté en mi oficina, mi jefe me comentó que a su hija el año pasado que cumplió la misma edad que va a cumplir la mía, le regaló un celular -su pedido-. No me decidí a darle un cel a mi niña aún, quizá el año entrante. El niño de nuestra oficina - lo molestamos luego de la ocasión en que viendo un artículo de los Black Eyed People dijo 'No sabía que eran tan viejos': tienen la edad de los otros ocupantes de la oficina- me recomendó un peluche, así que me pareció una buena opción. Luego del curso de electrónica de hoy pasé al super y compré un Tigger de 12", pero, sentía que había algo más que podía darle, y justo, me recodé que en varias ocasiones ha dicho algo de una pelota de futbol.

Así que le tengo para mañana: Sandokan, Tigger y una pelóta oficial de fut.

Iremos al zoológico y tendremos comida china, o, al menos, ese es el plan.

1 comentario:

  1. Con tu post confirmo que los hombres siempre se enrrollan para comprar regalos...aunque creo que fue una buena elección el libro =)

    Un beso (ando tapadisima de trabajo!)

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